Amarte a ti mismo/a es amar la creación de Dios
Observemos cómo nos estamos tratando a nosotros mismos, pues a veces no somos conscientes del deseo de negar el Amor que somos en esencia.
Observemos nuestro interior, de la mano de nuestro Maestro y Guía, Jesús:
Jesús, ¿hay en mi un deseo de negar el amor?, ¿hay en mi un deseo de negar a Dios?
¿De dónde viene el deseo de impiedad, con uno mismo o con otro/s?, ¿del ego o del Amor?
Despreciar la pureza de nuestro Ser es despreciar la creación de Dios.
Despreciar la santidad es exigirle a Dios lo imposible.
Escuchemos la Voz del Amor:
Sé amable contigo mismo y recuerda que tu valor es establecido por Dios y nada más.
El Ser que realmente eres es luz infinita, unido eternamente al Amor de Dios.
Eres profundamente amado/a y profundamente apreciado/a.
Estás a salvo, y todo está bien.
Al recordar la verdad de nuestro Ser amado eternamente por el Creador, nos volvemos creadores como Él, extendiendo Su Luz infinita.
Fragmento de la Lección 38 del libro Un curso de milagros
El poder de tu santidad es ilimitado porque te establece a ti como Hijo de Dios, en unión con la Mente de su Creador.
Mediante tu santidad el poder de Dios se pone de manifiesto.
Mediante tu santidad el poder de Dios se vuelve accesible.
Y no hay nada que el poder de Dios no pueda hacer.
Tu santidad, por lo tanto, puede eliminar todo dolor, acabar con todo pesar y resolver todo problema.
Puede hacer eso en conexión contigo o con cualquier otra persona.
Tiene el mismo poder para ayudar a cualquiera porque su poder para salvar a cualquiera es el mismo.
Si tú eres santo, también lo es todo lo que Dios creó.
Tú eres santo porque todas las cosas que Él creó son santas.
Y todas las cosas que Él creó son santas porque tú eres santo.
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a disposición!
Estoy pasando por una crisis emocional y no se como conectarme son Dios