Aprender a GOBERNAR nuestra mente
Aprender a gobernar nuestra mente para recibir los Pensamientos del Creador y actuar para servir según su Guía amorosa.
Principio de correspondencia: Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.Es muy común escuchar quejas de lo que sucede en el mundo hoy, sin embargo, es un reflejo de cómo nosotros gobernamos, o no, nuestra mente compartida. El exterior es reflejo de nuestro estado interior.
La lección 236 del libro UCDM, nos recuerda que es necesario gobernar nuestra mente, pues si no, quedamos a merced de pensamientos que no provienen del Creador, y desde ese error, fabricamos más errores aún. Luego creemos que aquello que percibimos fuera de nosotros, es culpable de nuestras dificultades, y sabemos que el mundo exterior es el espejo de nuestro interior. Es muy común escuchar quejas de lo que sucede en el mundo hoy, sin embargo, es un reflejo de cómo nosotros gobernamos, o no, nuestra mente compartida:
- ¿Somos conscientes de qué pensamientos sintonizamos?
- ¿Observamos, atentos, nuestros pensamientos?
- ¿Discernimos si son pensamientos amorosos o pensamientos del sistema del ego (separados del Creador y de los otros)?
- ¿Cómo nos relacionamos con nosotros mismos?, ¿con amor?
- ¿Cómo nos relacionamos con otros?, ¿con amor?, ¿o intentamos manipular para lograr nuestro objetivo como sea?
- ¿Cómo nos relacionamos con el Creador?, ¿sentimos que somos amados incondicionalmente por Él, o nos sentimos condenados?
- ¿Elijo guiar mi vida desde el Amor o desde el ego?
Con el poder de nuestros pensamientos podemos construir o destruir, por ello es esencial estar conscientes de ellos para poder discernir y elegir pensamientos constructivos, en sintonía con la Vida:
“Los deseos y pensamientos no son tuyos. Eres el receptor de pensamientos y deseos que se ciernen a tu alrededor. Sólo se te da oportunidad de clasificarlos adecuadamente, percibirlos y comenzar a trabajar con ellos”.
Reflexionemos la lección 236 del libro UCDM
Y nos ponemos disponibles para recordar que el mundo exterior, aquello que observamos fuera de nosotros, es un reflejo de nuestro estado de consciencia:
“Gobierno mi mente, la cual sólo yo debo gobernar.
Tengo un reino que gobernar. Sin embargo, a veces no parece que yo sea su rey en absoluto, sino que parece imponerse sobre mí, y decirme cómo debo pensar y actuar y lo que debo sentir.
No obstante, se me ha dado para que sirva cualquier propósito que yo perciba en él.
La única función de mi mente es servir.
Hoy la pongo al servicio del Espíritu Santo para que Él la use como mejor le parezca.
De esta manera, soy yo quien dirige mi mente, que sólo yo puedo gobernar.
Y así la dejo en libertad para que haga la Voluntad de Dios.
Padre, mi mente está dispuesta hoy a recibir Tus Pensamientos y a no darle entrada a ningún pensamiento que no proceda de Ti. Yo gobierno mi mente, y te la ofrezco a Ti. Acepta mi regalo, pues es el que Tú me hiciste a mí”.
Gobernar los pensamientos para dirigir la energía vital hacia acciones constructivas que están en sintonía con las leyes divinas de la creación. Solo así es posible ver reflejada la Coherencia hacia afuera.
