La felicidad no es una sucesión interminable de placeres…
sino una forma de ser
Según el biólogo y monje budista Matthieu Ricard, la felicidad no es una sucesión interminable de placeres que terminan por agotamiento, sino una forma de ser.
Y si es así, ¿no deberían nuestros hijos aprender en el colegio a ser felices?
¿No es acaso lo que desea cualquier madre o padre de hoy en día?
Para permitir aflorar la compasión y la naturaleza buena que todo ser humano lleva dentro, la ciencia está descubriendo los beneficios de la meditación.
Aprender a meditar puede ayudarnos a convivir con una mente más clara y más hábil a la hora de lidiar con las emociones negativas y fomentar las emociones positivas.