Armonizar nuestro entorno
“Mas cerca estamos de Dios más se espiritualiza aquello con lo que nosotros contactamos” Viacheslav Konev
Nos ponemos disponibles para conectar con nuestro interior, observamos nuestro cuerpo, cómo nos sentimos, respiramos tomando consciencia que el aire nos mantiene vivos.
Sentimos nuestros pies sobre la tierra, agradecemos a la Tierra que nos sostiene en vida, sentimos amor por la Tierra y por todos los pueblos que la habitan.
Tomamos contacto con nuestra alma, en el centro de nuestro pecho, donde está el conocimiento divino y podemos recibir las comprensiones que en cada momento necesitamos.
Sentimos conexión con toda la creación como el Cuerpo Físico de Dios(1), nos sentimos dentro, contenidos, en el Cuerpo Físico de Dios, como parte de Su Creación.
Percibimos la Luz divina que entra a nuestro cuerpo, por nuestra cabeza, pecho y se extiendo por todo el cuerpo y alrededor nuestro.
Sentimos nuestra alma unida con el Espíritu de Dios.
Nuestro cuerpo es el área donde nuestro espíritu y el Espíritu de Dios se unen. Podemos percibir y observar la acción conjunta de nuestro espíritu y el Espíritu de Dios, fuera del límite del cuerpo; como una luz que emana de nosotros, que podemos percibir.
Vamos a sentir que allí donde nosotros estamos, espiritualizamos el espacio, incluso el aire nos parece más limpio, transparente.
El espacio se siente más suave, más cómodo, en cuanto a nuestra presencia en él, y si queremos expandir esa acción de espiritualización no solo entorno a nosotros, sino mas ampliamente; donde sentimos nuestro espíritu ahí va también la acción del Cuerpo Físico de Dios. O sea lo que nosotros queremos dar al mundo es lo mismo que hace aquí el Cuerpo Físico de Dios. Por ejemplo un entorno natural donde se resuelve el problema de la agresividad de los virus; y de esa manera podemos preservar el entorno donde vivimos. Creamos armonía con y como el Creador.
Conectando nuestro cuerpo, alma , espíritu y consciencia al Creador, armonizamos nuestro espacio circundante; espiritualizamos nuestro entorno.
Nuestra alma unifica nuestro espíritu con el Espíritu de Dios, esta es nuestra propia acción.
Una interacción profundamente intima con Dios, que nos eleva y se extiende en nuestro entorno armonizándolo todo. Podemos hablar y estas palabras nacen de nuestra alma, estas palabras son la acción de la manifestación de nuestra alma, dirigidas a nosotros mismos y a todos. Son palabras espiritualizadas. Las palabras que nos llegan son palabras que nos traen a Dios, palabras que portan la Luz de Dios. Y podemos extender nuestra acción dirigiéndonos a Dios con alguna petición que sea algo muy importante y profundo para nosotros, donde sentimos y creemos que solo Dios nos puede ayudar. Simplemente nos dirigimos a Él internamente, o sea que es un pensamiento de nuestra alma. En este instante nuestro espíritu esta unido al Espíritu de Dios, nuestra alma lo ha unido y nosotros podemos sentir la acción de Dios, como Él nos esta dando aquello que hemos pedido; donde Dios está creando las circunstancias donde nosotros podemos actuar para poder alcanzar aquello que necesitamos. Una relación íntima con Dios en un nivel consciente, donde nosotros estamos siendo espiritualizados y espiritualizamos todo lo que nos rodea, ya sea con nuestros pensamientos, palabras, acciones.
Clarificamos la meta que deseamos lograr y pedimos a Dios que nos guíe y cree las condiciones necesarias donde nosotros podemos actuar para poder alcanzar aquello que necesitamos.
Una acción de espiritualización muy suave y a la vez potente; y podemos sentir cada vez más y más que estamos acercándonos a Dios, sentimos con nuestro espíritu esta aproximación al Cuerpo Físico de Dios, podemos percibir esto como una estrella que nos marca el camino; y en un nivel más profundo puede significar la existencia, la presencia de un camino que ya nosotros hemos emprendido, en el cual nosotros ya nos encontramos.
Con nuestro espíritu tratamos de sentir el Espíritu de Dios. Nosotros ya estamos unidos con él, lo percibimos desde la consciencia, y llevamos esta percepción a todas nuestras acciones. Y seguimos aspirando acercarnos a Dios. Esto es una acción espiritualizada.
Percibimos con la consciencia, el alma nos guía, nuestro cuerpo es el vehículo y en unidad con el espíritu extendemos Luz.
En síntesis:
Unir desde la consciencia nuestro espíritu al Espíritu de Dios para actuar de acuerdo a Su Voluntad, es una acción espiritualizada. Y nuestro mundo interno se vuelve más suave y armónico al mismo tiempo; lo que se extiende a nuestro alrededor.
Para meditar
“…todas las personas tienen todo el conocimiento, todo está desde el principio en nuestra alma”. G. Grabovoi, Métodos de concentración: Día 20
Abrir nuestro corazón a la luz de Dios
(1) En mi comprensión particular, Cuerpo Físico de Dios le llama Grigori Grabovoi a toda la Creación.
Reflexión inspirada en el texto: “Enseñanza de Grigori Grabovoi sobre el Espíritu”, brindada por el Profesor V. Konev