Me imagino que ahora hay un niño adoptado y ese niño me dice que fue dado por los padres y ese niño está enojado con los padres. Siente que fue dejado de lado y en cierta manera también rechaza a los padres.
Y ahora con el niño hago un ejercicio y ustedes pueden acompañar ese ejercicio y ganar algo esencial para ustedes mismos.
Yo le digo al niño, mira a tu madre tal como es, ella te dio la vida, sólo ella.
Tú tienes la vida a través de ella.
Pero esta madre está al servicio de una fuerza superior, de la que surge toda la vida y esa fuerza ha determinado que ella es para ti tal como es.
Solo, porque es como es, pudo ser tu madre y ella te ha regalado la vida.
Toda la vida, no faltó nada, tú has recibido todo de ella, porque estaba al servicio de esa fuerza.
Y te dio la vida a un precio alto.
Y que te haya dado la vida a ese precio la va a acompañar durante toda una vida y ella paga un precio alto por tu vida.
Ahora la miras y miras por encima de ella, más allá de ella, a esa fuerza y le dices: tú me has dado esta madre, como mi madre, para que yo pueda estar vivo.
Yo tomo la vida a través de esta madre, tal y como es y a todo el precio que a ella le costó y que a mí me cuesta.
Ahora miras a tu madre y le dices: “Querida mamá ”, tú me has sido regalada como mi madre, tal cual eres. Sólo porque eres tal como eres yo fui tu hijo y así lo tomo de ti, con todo lo que acompaña y me vale el precio alto que estoy pagando y hago algo bueno con eso, para tu alegría. Debes saber, que de todo esto que tú me regalaste, algo grande va a surgir y siempre vas a seguir siendo mi madre y siempre te llevo en mi corazón, con amor. Gracias.
Ahora miras a tu padre de la misma manera, tal y como es, tal cual es. Miras por encima de él, hacia esa Fuerza Grande, que lo ha determinado a él como tu padre.
Y le dices, gracias te tomo a ti como regalado por esa fuerza, sólo a través de ti tengo mi vida, sólo porque eres tal como eres yo estoy vivo. Gracias. Y lo tomo al precio completo que a ti te costó y que a mí me cuesta. Y hago algo bueno con ello, para tu alegría.
Luego miras a tus padres adoptivos y miras más allá por encima de ellos. A esa Fuerza Grande. Esa fuerza grande les eligió para ti, para que te mantengan con vida y los miras tal como son, tal cual son. Y les dices a ellos, gracias. Tomo todo lo que ustedes me han regalado, a todo el precio que a ustedes les costó y que a mí me cuesta. Y hago algo bueno con ello para vuestra alegría.
Y ahora miras a tus padres y a tus padres adoptivos, por encima de ellos, a esa gran fuerza y dices: “yo lo tengo todo. Ahora soy libre. Ahora vivo y vivo totalmente y transmuto lo que me fue regalado con amor”.