Conectar con la energía divina que llevamos dentro
Conectar con la energía divina que llevamos dentro, y desde ahi, vincularnos.
Muchos conflictos vinculares se generan porque tenemos expectativas respecto al otro y el otro con nosotros.
Y vincularnos de manera adulta no tiene que ver con ser como el otro espera ni pretender que el otro responda a lo que yo espero.
Superamos la soledad reconectando con el amor de Dios que nos habita; y no a través de vínculos dependientes que fabrican conflictos.
Para vincularnos de manera armoniosa, primero tenemos que crear armonía en nuestro interior
Tenemos que darnos cuenta que para vincularnos de manera armoniosa, primero tenemos que crear armonía en nuestro interior. Y esta armonía interior la creamos desde la consciecia alineada al alma. Nuestra alma tiene el conocimiento que necesitamos, es nuestra sabia interior, entonces desde la consciencia elegimos sintonizar con la Voz de nuestra alma y le pedimos la percepción correcta, cada vez que algo no comprendemos o nos sentimos confundidos.
Desde la consciencia nos alineamos al alma, nuestra alma fue creada por Dios y en el momento que Dios nos creó nos otorgó todo el conocimiento que necesitamos, en cada momento de nuestra vida.
Confiar en que el conocimiento divino nos habita, es confiar en nosotros mismos; entonces, ya no estamos mirando hacia afuera, buscando respuestas que podemos acceder en nuestro interior.
“El cuerpo físico del hombre es creado de tal manera que desde el Espíritu de Dios ya puede tomar toda la energía para existir. El amor de Dios es el tipo de energía con la cual podemos mantener el cuerpo físico de la mejor manera posible. Entramos en un estado de Amor Universal por el Mundo y vamos a sentir el Amor de Dios… Y ahora aceptar el Amor de Dios como una sustancia energética viva dentro del cuerpo físico: Puedes respirar la energía pura del amor de Dios a través de los poros de tu piel. Aquí es necesario visualizar cómo la sustancia energética del Amor de Dios desde el éter (el Espíritu de Dios) penetra a través de tus poros en tu cuerpo y se disuelve en todo tu cuerpo, penetrando cada célula del cuerpo, nutriéndola y rejuveneciéndola” Grigori Grabovoi
“Lo que está detrás de nosotros y lo que está delante de nosotros son cosas insignificantes en comparación con lo que vive dentro de nosotros” Ralph Waldo Emerson
Nuestra alma es creada por Dios como una extensión de su Alma. Esta unidad es eterna, infinita, y este Vínculo Primordial es esencial en nuestra vida. Desde este vínculo con nuestro Creador, recibimos la energía vital, nos nutrimos el alma con esta conexión eterna con nuestro Creador. Y desde esta unidad con Dios, nos vinculamos con otros. Entonces, ya no quedamos enredados en ideas, creencias, expectativas que otros puedan tener sobre nosotros, ni tampoco las que nosotros podamos depositar sobre otros. Este ha sido un gran engaño que nos ha tenido atrapados mucho tiempo a los humanos; fabricando dolor, conflictos, síntomas, enfermedad, muerte. Dominar o manipular a otro/s, o que otros nos dominen y manipulen, ha sido la gran distorsión que hay que mirar de frente para darnos cuenta que ambas partes resultan dañadas en el conflicto.
Ahora es tiempo de darnos cuenta que la energía vital nos llega de la Fuente Original, de nuestro Creador, y desde ahi, nos vinculamos con nosotros mismos, y con otro/s.
Pretender responder expectativas de otros o que otros respondan las nuestras, es una ilusión que cree que la energía vital está ahi. Nos distraemos de lo esencial cuando caemos en estas ilusiones del ego, ese sistema de creencias que estamos separados de Dios y de los otros.
Todo en la creación está interconectado, todos estamos conectados, pero no nos robamos la energía unos a otros, sino que nos conectamos a la Fuente Original, a nuestro Creador, desde ahi recibimos la energía de luz divina, y desde este vínculo primordial, nos conectamos con otros.
Actuando en consecuencia con esta sintonía entre la consciencia, el alma, cuerpo físico y espiritu. Todas estas estructuras en unidad y armonía, es lo que nos permite elegir la paz. Y así, nuestra energía de luz se irradia naturalmente; más allá de distancias físicas.
Desde esta unidad y armonía interna: consciencia, alma, cuerpo físico y espiritu; recibimos las comprensiones que necesitamos, y llegan las personas que sintonizan con ello. El Amor es la sustancia que unifica y conecta toda la creación de Dios.
Sentir el amor de Dios en nuestro corazón y dejar que fluya a través nuestro esa energía divina en acción, es la clave de la auténtica felicidad.
Para tener en cuenta
“El ser humano puede elegir el conocimiento que viene de Dios que lleva dentro de si, u otra ideologia . Lo que se aleja de Dios tiene limites en su desarrollo”. Viacheslav Konev
Para meditar
Conectar con nuestro verdadero Ser (cuerpo, alma, espiritu y consciencia) es fundamental para alcanzar nuestro máximo potencial y contribuir positivamente al mundo.