Cuando estés satisfecho con ser sencillamente tú mismo…
Cuando estés satisfecho
con ser sencillamente tú mismo
y no te compares o compitas,
todos te respetarán.
Si quieres llegar a ser entero,
permítete ser parcial.
Sí quieres llegar a ser recto,
permítete ser torcido.
Si quieres estar pleno,
déjate estar vacío.
Si quieres renacer,
déjate morir.
El Maestro se entrega él mismo
a lo que sea que traiga el momento.
Flexible como un árbol en el viento,
no tiene en vista ningún destino
y utiliza todo aquello que la vida
pone en su camino.
Fragmentos de “El Tao de la Gracia”, Editorial Cuatro Vientos, Santiago de Chile.