Cuando hay un discapacitado en la familia
Lo que más puede ayudar al familiar discapacitado es honrar y agradecer su destino. Agradecerle a este familiar ser como es y haber vivido esta carga que le ha tocado, para liberar a toda la familia.
Respiras profunda y concientemente para centrarte.
Visualizas a este ser y le dices:
“aunque tú estés mal, yo estoy bien y voy a disfrutar de la vida que me toca por amor a ti“.
Luego te diriges al Espíritu Creador y le pides humildemente:
“Por favor, libera las memorias de dolor de mi familia… Gracias, Si…”