Vivir desde “lo que debería ser”

Vivir desde “lo que debería ser”

nos impide percibir “lo que realmente es”

“Si alguien preguntara: querría adelantar en la vida; ¿por dónde he de empezar? Entonces creo que se le debería responder: el supuesto previo para que todo esfuerzo sea eficaz es la aceptación de lo que es, la aceptación de la realidad, de ti mismo, de las personas que te rodean, del tiempo en que vives”
Romano Guardini

Esperar que todo sea como uno quiere
Si observamos detenidamente, esperar que las personas, las cosas, y hasta uno mismo sean de otra manera “de lo que es”, la mayoría de las veces resulta frustrante.
Esperar que los demás nos den lo que creemos que nos deben dar, esperar que cambien y se comporten diferente, esperar que nos den lo que no nos dieron, esperar ser uno mismo diferente a lo que “se es”, luchando contra todo esto, no nos conduce a una vida plena y feliz.

Es vivir hacia fuera
La palabra expectativa, etimológicamente significa: ex-pectore, es decir, “poner el pecho afuera”. Vivir hacia fuera nos induce a perder nuestro propio centro.
¿Qué es nuestro propio centro?
Es nuestra interioridad, ese punto de relación hacia dentro, lo que hace que nuestras fuerzas, cualidades, disposiciones de ánimo y acciones sean una unidad y no que estén contrapuestas unas de otras.

Des-conectados de nuestro propio centro
Vivir hacia fuera y des-conectados de nuestro propio centro, es como estar “hechizados”.
Poner el pecho afuera, con expectativas hacia los demás, hacia los eventos familiares o grupales, hacia cómo tememos o deseamos ser vistos por los otros, nos debilita.

Una existencia plena
Una existencia plena se construye a partir de un equilibrio entre:
– una sana conexión con nuestro mundo interno y
– una sana relación con el mundo externo.
Nuestra vida cotidiana se juega en la interacción de estos dos polos.
Constantemente salimos hacia fuera, observamos, captamos, percibimos, y actuamos.
Luego volvemos hacia adentro, nuestro interior, y nos preguntarnos: ¿qué es esto?, ¿por qué es así?, ¿en qué consiste su esencia?

No se pierde afuera
Lo experimentado afuera adquiere plenitud a partir del conocimiento.
Y cuando queremos lograr alguna meta, es necesario considerar:
-¿qué es lo más apropiado para lograr este objetivo?,
-¿qué requiere esta situación?.
Así es como nos ordenamos y orientamos nuestras acciones hacia “fuera”.

Ni queda enredado en su interior
Este juego ocurre constantemente en nuestra vida cotidiana, y resulta clarificador conocerlo y ser concientes de ello. De esta manera, despiertos ante la vida, uno no se pierde afuera ni queda enredado en su interior; sino que los dos polos interactúan en equilibrio produciendo un sano efecto en nuestra vida.

Abiertos, sensibles y libres de expectativas
La tarea, entonces, es volver hacia adentro, “hacia el propio pecho”, y desde allí, mantenerse abierto, sensible, libres de expectativas de sentirnos bien según lo que sucede -o no- afuera; es decir, de quedar “pendientes de”, lo cual malgasta nuestra energía vital.
Esto lo podemos observar desde la física: un péndulo es algo sin estabilidad propia, algo que se mueve de un polo al otro y que no puede evitar que un polo lo lleve a su opuesto.

Nos sentimos libres
Vivir pendientes de lo externo resulta doloroso.
Es como pensar en respirar solo hacia fuera, ¡qué desesperación cuando imaginamos esto!
Inhalamos, hacia adentro, y exhalamos hacia fuera. Así se sostiene la vida.
Las expectativas de “lo que debería ser”, nos impiden percibir lo que realmente es, y así perdemos libertad.

Y dejamos libres a los demás
Percibir “lo que es” verdaderamente nos permite movernos en la vida con más seguridad, permaneciendo en nuestro centro, sabiendo a qué acercarnos y de qué alejarnos.
Y también dejar libres a los demás; pues muchos sabemos por propia experiencia cuánto nos limitan y nos pesan las expectativas que los demás tienen sobre nosotros.

Lo esencial es darse cuenta
Lo esencial es darse cuenta de estas cuestiones, de conocer cuáles son nuestras expectativas, observar cómo éstas funcionan, pero sin intentar luchar contra ello.
Sino observando, respirando hondo y soltando.
Evaluando la realidad tal y como se nos da, para fluir con ella y tomar lo que se nos brinda en cada momento, más allá de lo que nosotros esperamos.

Y sintonizar con el fluir de la vida misma
Además de soltar las expectativas podemos soltar también nuestros prejuicios, y darnos cuenta que la vida es fresca, móvil, y que podemos sintonizar con ella.
¡Que así sea para cada uno de nosotros!

Para reflexionar
“Uno puede conocerse a sí mismo cuando se des-preocupa, cuando deja de calcular, de manipular, de intentar constantemente dirigir, transformar, someter, controlar; cuando se ve a sí mismo sin expectativas, o sea, cuando la mente no tiene ninguna concepción previa sobre sí misma, cuando la mente está abierta, cuando no está preparada de determinado modo para encontrarse con lo desconocido… entonces, sí se está profundamente vivo, abierto a lo que la Vida da, a lo que la Vida es.”
Krishnamurti

“Cuanto más se abaja el corazón por la humildad, más se levanta hacia la perfección”
María Guadalupe Buttera G.

PorMaría Guadalupe Buttera G.

Nací en Santa Fe, Argentina, el 17 de abril de 1966. Me desempeño como Escritora y Comunicadora sobre Desarrollo Personal y Espiritual, facilitando procesos de transformación interior. Op. en Psicología Social. Counselor.

Suscribirse a comentarios
Notificarme
guest
2 Comentarios
más nuevos
más antiguos vás votados
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
María Guadalupe Buttera
1 octubre, 2014 11:41 am

Cuanto me alegra querida Laura!

laura
laura
30 septiembre, 2014 4:46 pm

Gracias Mari !
Me sirve tanto esta reflexion !
Estar atentos para vivir y fluir con la vida. El ACEPTAR protege ntra vida ! Es realmente el gran secreto para mi. Gracias !!

error: Este contenido está protegido