¡Cuidado con el juicio y el auto castigo!
Porque es un lento suicidio
Cada vez que tenemos un juicio negativo sobre cualquier aspecto de nosotros (físico, emocional, mental) estamos emitiendo un mensaje que hay algo errado o fallado en nuestra persona.
Así, nuestra mente y nuestro cuerpo se colocan en “estado de alerta”; y comienzan a buscar en la memoria (que tiene información de varias generaciones atrás) algo que de cuenta de aquello que se lo acusa.
De esta manera se trae al presente y se revive alguna información que dice que “hay algo errado en mí”.
Así, esa tendencia a la sanación natural que tiene el ser humano, queda obstaculizada a través de la mente acusadora (ego).
Por ello, cada vez que te acusas, juzgas o auto castigas a ti mismo, estás emitiendo información que dice que algo en ti que no es bueno, generando así, condiciones más que suficientes para la infelicidad, enfermedad, tristezas, sufrimientos, etc. ¡Auto juzgarse es un lento suicidio!
¿A quien quiero castigar realmente ?
Me defiendo de Dios porque creo que me quiere castigar. Creo que me quiere castigar porque me alejé de Él. Me separé del Padre. Esta es la locura inconsciente que nos mantiene atrapados si no elegimos mirar de frente el deseo oculto, inconsciente, de matar a Dios; como defensa propia por creer que Dios nos quiere castigar. Todas ideas locas que el ego nos hizo creer y desde ahí, fabricamos locura más locura.
Poder verlo nos permite liberarnos. Claro que para poder verlo, tenemos que tener coraje. Personalmente lo hago conversando con Jesús, que representa esa parte de la mente que recuerda la verdad y nos lleva de nuevo a casa, al encuentro con el amor de Dios, de donde nunca nos fuimos, pero si nos hemos olvidado y asi, fabricamos sufrimiento inútil.
Ahora ya podemos recordar la Verdad de la mano de Jesús y reírnos de la loca idea de estar separados de la Fuente, del Amor de Dios.
Para reflexionar
“La auto-condena, en cualquiera de sus formas, es un lugar cómodo para estar cuando no queremos tomar ninguna responsabilidad por lo que nos sucede en nuestra vida. Podemos meditar, entonar cantos sagrados, usar cristales e inciensos, hacer ejercicios especiales o afirmaciones proclamando nuestra divinidad eterna, pero si seguimos condenándonos, nuestro poder interno y liberación serán solamente palabras. Ningún deseo será cumplido si estás en un estado de desaprobación de ti mismo. En ese caso, no puedes esperar abundancia, bienestar interno o buena salud y alegría”
Lynn Grabhorn, en su libro “Disculpa, tu vida te está esperando”
Trabajo Personal
-¿Te castigas a ti mism@?
-¿Estás jugando el juego del juicio y el auto-castigo?
-¿Cómo lo haces?
-¿Cuál es tu diálogo interno?
-¿Cómo te sientes cuando te juzgas?
-¿Cuáles son las sensaciones en tu cuerpo?
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? 1Cor 3,16