Por ello, Despertar tiene que ver con volvernos conscientes de Qué deseo estoy albergando en la profundidad de mi mente:
- el deseo de recordar que somos Uno con la Fuente, o
- el deseo de separarme del Amor del Creador y hacer mi vida “por mi propia cuenta”, independiente de Él.
Esta es la clave de todo lo que experimentamos en nuestra existencia.
➡ Si el deseo es de hacer mi vida independiente de la Fuente, pues abriré espacio y tiempo para experimentar diferentes vivencias que surgen de ese deseo de separación.
⬆ Si el deseo es experimentar la Luz divina del Ser unido a la Fuente, experimentaremos la eternidad, más allá del tiempo y espacio, atrayendo vivencias de alegría, armonía, amor y paz.
Es una elección que podemos volver consciente.
Y de esto se trata Despertar:
De darnos cuenta que afuera no está la causa de lo que experimento dentro de mi (emociones, sentir); sino que la causa real es el DESEO que albergo en mi corazón, y puedo ver conscientemente, llevar a la Luz que nos habita a Todos, sin excepción.
¿Qué estoy deseando experimentar? ¿paz, amor, alegría?
¿O aún hay culpa inconsciente que necesita ser liberada en mi?
Desde la culpa inconsciente surgen experiencias de ataque. Y toda esta locura parte de la idea demente del ego que puede fabricar su vida a “su manera”, separado del amor del Creador.
Ver, darme cuenta, y volver a elegir.
Volver a elegir la verdad que nunca nos separamos del Amor de Dios, que el verdadero Dios es amor incondicional y nada tiene que ver con esa idea demente de un dios iracundo que castiga, como venimos creyendo desde el inconsciente colectivo.
Esta idea de dios castigador es la verdadera peste, y Jesús nos enseñó “pistis”, la confianza y fe que la Verdad nos habita y podemos dejarnos guiar por la Luz divina del Ser unido al Creador.
“Vean por ustedes mismos”, nos decía Jesús.
👉Peste: idea de estar separados de la Fuente.
👆Pistis: fe que la Verdad y la Luz divina nos habita a todos.
Olvidados que somos Amor, buscamos afuera escuchar un “Te Amo”
Labor personal
De la mano de nuestro Guía interior, miramos profundamente, y le entregamos toda la ilusión que observemos:
¿Deseo ver error en mi hermano para yo ser su salvador?
¿Deseo no sentir amor y condicionarlo a sentirme importante y especial (Salvador)?
¿Deseo sentirme especial, importante para otro/s?
Observamos honestamente que todos somos iguales, no tengo nada por lo cual sentirme especial.
Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo. Lección 171, UCDM
Del deseo de no ser lo que soy (amor, luz infinita y eterna) abrimos tiempo y espacio buscando experimentar ser amados, dignos, valorados; cuando en verdad ya lo somos todo aquí y ahora, en unidad eterna con el Creador.
Olvidados que somos Amor, buscamos y competimos por escuchar un “Te Amo”.
¡Somos amados infinita y eternamente por el Creador!