Del falso dios del castigo al Creador del Amor Eterno e Infinito
La gran interferencia que necesita ser mirada: la falsa creencia de un dios inventado por el hombre.
¿Qué ideas tenemos acerca de Dios?, ¿Qué es Dios para mi?
Al desmoronarse las falsas creencias que sostenían un dios que no era real, ese dios que si no eras como “debes ser” te castigaba, quedamos sin referentes. ¡Bienvenida crisis que hace caer la ilusión! Pues ese dios nada tiene que ver con la verdad del Creador que es AMOR ETERNO e INFINITO y creó Su Hijo, nuestro Ser, como extensión del Amor y Luz.
El Creador nos creó a Su Semejanza, somos AMOR y nos olvidamos de esta Verdad. En la locura de creer en ese dios inventado que nos castigaría si no somos como “debemos ser”, nos llenamos de miedo, creímos que había que defenderse, atacar; y asi fabricamos más miedo y culpa. Esa loca idea que hay que defenderse y atacar, esconde el deseo de matar. Este deseo oculto de matar es lo que necesitamos mirar de frente, para desmantelar esta locura que fabrica tanto sufrimiento.
Llevamos a la Luz este deseo de matar, el deseo de negar el Amor, de negar a Dios; lo miramos con nuestro Guía y Maestro (Jesús, Espíritu Santo, Ser, Luz), y le preguntamos:
¿Puede nuestro Ser desear matar?, ¿Puede nuestro Ser negar el Amor?, ¿Puede nuestro Ser negar a Dios?.
Al mirar la oscuridad inconsciente con nuestro Guía, la llevamos a la Luz y se desvanece.
Todo surge de la loca idea que nos separamos de la Fuente, del Creador
Todo surge de la loca idea que nos separamos de la Fuente, del Creador. ¡Lo cual nunca sucedió! Solo es una falsa idea del ego, que al creerla, nos impulsa a fabricar más de lo mismo: separación, miedo, culpa, ataque, defensa, violencia.
De estos falsos pensamientos que compartimos del inconsciente colectivo, surge el “miedo a morir” junto con la sensación de “soledad, abandono y pérdida de referentes”.
El infierno es el estado mental donde creo el engaño del ego que dice que estamos separados del Creador y por ello, seremos castigados.
EL TEMOR A DIOS ES EL INFIERNO MENTAL QUE NOS FABRICA EL EGO PARA ENGAÑARNOS.
Tomar consciencia de esta falsa creencia en la separación del verdadero Dios que es Amor Infinito y Eterno; y entregarnos a esa parte nuestra (Ser) que recuerda la Verdad; nos libera y sana.
Recordar que soy/somos un único Ser amado eternamente por el Creador, nos abre una puerta a una nueva manera de estar, aquí y ahora, conectados al Amor de Dios.
La semilla del Amor, Unidad, Compasión, Cooperación, hermandad, está saliendo a Luz. Observamos la interferencia (miedo), sabiendo que somos Luz infinita y eterna, Uno con el Creador.
Somos amados por el Creador, como un solo Ser
Nos abrimos a la Luz de nuestro Ser y extendemos Luz, como el Creador.
“No hay razón para buscar a Dios lejos, porque Él está presente con su Espíritu en cada persona, como Padre, como Maestro, como coautor de los acontecimientos de nuestras vidas” Arkady Petrov
“El roble le preguntó al almendro: háblame de Dios. Y el almendro floreció”. Nikos Kazantzakis
Para meditar
Para tener en cuenta
No ha habido, ni hay, hasta hoy, un arma de dominación más poderosa que el miedo. Hasta las religiones, a través de sus dogmas, han infundido miedo en sus seguidores. Miedo innecesario, ¡pues el Creador crea desde el amor y la luz!
Todo lo que nos asusta, se basa en la oscuridad, en la ilusoria idea que estamos separados de nuestro Creador, que es Vida Eterna e infinita.
¡A liberarse de este juego malvado! ¡No dejes entrar el miedo ni la culpa!
Somos seres divinos y necesitamos confiar en el Plan Divino, y actuar en nuestra vida cotidiana siguiendo la voz de nuestra alma unida eternamente al Creador.
Muchos hemos recibido una creencia de un dios que nos alejó de la Verdad. Y hubo que ver claramente esa gran distorsión para poder volver al Camino del Amor eterno del Creador.
Esa vieja idea de dios ha sido utilizada para manipular; pero ya no tiene mas lugar en el nuevo Mundo de la Verdad.
Los errores nos revelan las falsas creencias desde donde los cometimos; y nos permiten reemplazar lo falso por la Verdad que nos devuelve la Paz de nuestro Ser unido al Creador.