Des👀cultar falsas🤥 creencias
Pues es lo que nos causa sufrimiento
Cuando nos sentimos molestos con algo, podemos observar cómo es que llegamos a la emoción; podemos navegar mar adentro y echar redes para pescar esos pensamientos y creencias ocultos, inconscientes, que son la causa real de nuestro malestar. Pues, lo primero que nos surge, es la voz del ego que nos hace creer que alguien ahí afuera es el culpable de nuestro malestar.
Nuestra labor es dejar ir esa voz del ego, sabiendo que no es real, y abrir la mente, ponernos disponibles para indagar más allá de lo superficial y escuchar la voz de nuestro verdadero Ser, que es uno con el Creador, puro y eterno Amor.
La voz del critico interior -ego- , es la primera que se escucha. Para poder escuchar la voz del Ser, del Amor que somos, uno con el Creador, nos disponemos a entrar a nuestro templo interior 💜
Yendo a ese Templo interior, en silencio, para recordar la Verdad: somos Amor.
Veamos un ejemplo que puedes utilizar cuando tu necesitas profundizar:
Raúl se dispone a mirar su interior, a profundizar en la mente para contactar con lo que le está molestando.
-Te sientes molesto cuando piensas en….?:
“no hago lo que me gusta a mi“:
-¿Esto tiene que ver con algo del pasado o algo que puede suceder en el futuro?
ambas cosas…
-¿Qué sientes cuando piensas que “no hago lo que me gusta a mi?
ira, enojo, tristeza…deprimido…
-Dices que sientes ira, enojo, tristeza y deprimido cuando piensas en “no hago lo que me gusta a mi“?
si…
-¿Hay alguien a quien culpas por “no hago lo que me gusta a mi“?
me culpo a mi mismo…
-¿Qué temes que pase en el futuro debido a “no hago lo que me gusta a mi“?
no cumplir mis metas…
-Entonces, cuando piensas en “no hago lo que me gusta a mi” sientes ira, enojo, tristeza, depresión y temes no cumplir tus metas?
si…
-Todo esto te demuestra que tienes razón sobre una creencia negativa que tienes sobre ti mismo, sobre otros o sobre el mundo… sigamos profundizando Raúl… Cuando piensas en “no hago lo que me gusta a mi“, ¿qué creencia negativa se siente acerca de ti?
que soy un fracaso…
-¿Estás dispuesto a cuestionar si esta creencia negativa “soy un fracaso” es realmente cierta?
si…
-Entonces, sentirse enojado, deprimido, parece que se justifica cuando “no hago lo que me gusta a mi“, ¿qué deseas que sucede en su lugar?. Por ejemplo: para estar feliz y en paz tu deseas que……..
“hacer bien lo que me gusta a mi”
-Entonces tu crees “soy un fracaso” y tu quieres “hacer bien lo que me gusta a mi”, ¿son tu creencia y tu deseo?
si…
-Piensas que te sientes enojado y deprimido porque “no hago lo que me gusta a mi“, pero la verdadera razón por la que te siente mal es porque crees algo que no es verdad: la creencia “soy un fracaso” no es verdad.
¿Quieres aferrarte a esta creencia negativa o quieres paz mental en su lugar?
quiero paz mental…
-Esta creencia negativa de “soy un fracaso” ha estado ahí oculta hace mucho tiempo quizá…y esta creencia falsa “soy un fracaso” la llevamos a la Luz para que sea disuelta…
¿Puede el Ser verdadero que somos, pura luz, amor y alegría albergar esta creencia “soy un fracaso”? en silencio escuchamos la voz de nuestro Ser, del Espíritu Santo que es nuestro Guía y Maestro…
¿Puede nuestro Ser albergar esta creencia “soy un fracaso”?
Visualizamos la Luz delante nuestro y llevamos esta falsa creencia a la Luz…donde esa oscuridad, la falsa creencia, se disipa en la Luz del Ser, del Amor que somos…
La creencia falsa que niega la VERDAD de nuestro Ser es producto del deseo oculto del ego de ser lo que no soy.
Nuestra labor es indagar hasta llegar a descubrir esta negación al Amor del Creador, pues es la CAUSA REAL del sufrimiento. Y llevar este deseo oculto a la Luz del Amor del Creador donde es disipada: “Por Favor, Padre, ayúdame abandonar esta creencia (expresas la que hayas descubierto en ti) para que pueda ser feliz y estar en paz, para unir Tu Voluntad a la mía. Amén”
“La verdad se restituye en ti al tú desearla, tal como la perdiste al desear otra cosa.” T-20.VIII.1:2

Debo haber decidido equivocadamente porque no estoy en paz.
Yo mismo tomé esa decisión, por lo tanto, puedo tomar otra.
Quiero tomar otra decisión porque deseo estar en paz.
No me siento culpable porque el Espíritu Santo, si se lo permito, anulará todas las consecuencias de mi decisión equivocada.
Elijo permitírselo, al dejar que Él decida en favor de Dios por mí.