Discernir el “personaje” del verdadero Ser🌟
Cuando comenzamos el camino de recuerdo de nuestro verdadero Ser, nos suele ocurrir que nos quedamos atrapados en la idea de una identidad personal: “el personaje que creo que soy”. Es un obstáculo muy frecuente.
¿Qué podemos hacer? darnos cuenta que quien sufre porque siente miedo y/o culpa (no importa el cuento) es el personaje (María, Luis, José, Raúl, Fabián, etc), pues el Ser es inmutable.
Entonces, pedimos a nuestro Ser interior, ese sabio que todos tenemos como recuerdo de la Verdad, que por favor, nos acompañe a ver aquello que necesitamos ver para soltar la ilusión a la que nos aferramos y nos crea malestar. La cual, sabemos, no viene del exterior sino de la mente que compartimos todos; con los pensamientos y creencias falsos que alimentan el miedo y/o culpa (ego). Estas falsas creencias giran alrededor de:
✅Con respecto a uno mismo: “Debo hacer las cosas bien y merecer la aprobación de los demás“.
✅Con respecto a los otros: “Los demás deben actuar de tal forma…………………..” (como a mi me parece).
Cuando algo nos molesta, vamos hacia adentro de la mano del Ser (Jesús, el símbolo de la Luz interior), y vamos desocultando estas falsas creencias que ocultan el deseo de que las cosas “sean a mi manera”, como a este personaje 😁 le parecen que “deben ser”, sin pensar como piensa el Creador, desde el Amor eterno, al servicio de todo y todos. Así funciona el sistema del ego, pretende que todo sea a “su manera”, separado del Creador. Niega la Verdad, al negar nuestra Unidad con el Él. Y ese deseo oculto es el origen del miedo y la culpa. Admitir que desde el personaje deseamos negar la verdad, acelera el milagro de recuperar la verdad en nuestro interior.
El miedo y la culpa surgen del deseo oculto de negar nuestra unión con el Amor del Creador. Es el deseo oculto del personaje/ego, que niega la identidad de nuestro Ser, uno con el Creador.
Detrás de pensamientos que fabrican malestar, se oculta el deseo de ser lo que no soy, de negar el Amor del Creador.
Entonces, nos damos cuenta al sentir el malestar y pedimos guía a nuestro Ser, nos serenamos, aquietamos, en silencio, y esperamos su respuesta.
Hacemos a un lado el personaje que creo que soy y me entrego a la Luz, al Ser:
¿Qué es lo que el deseo de experimentar “enojo, ira, culpa, tristeza, etc.” está tratando de esconder de la Luz?
¿Qué estoy tratando de esconder de la Luz con este malestar?
EL AMOR QUE YA SOY.
Declaro en palabras mi deseo de Paz. Admito que me he equivocado al creerme el “personaje” que desea que todo sea a su manera, y declaro mi deseo de paz.
Tomo consciencia que lo que me afecta en realidad es separarme del Amor de Dios. Que ya todo está en mi: “Soy todo y lo tengo todo en unidad contigo Padre”. Aquello que no viene de Dios, es pura fantasía del ego. La única Verdad es Su Amor y elijo esta Verdad aquí y ahora en mi. Gracias Padre por ayudarme a recordar que Amor es lo que soy 🙏
No soy lo que creo que soy o lo que otros me dijeron, soy el Hijo de Dios, amado eternamente por Él. Me abro a la experiencia de sentir Su Amor.
Reconocemos las negaciones al Amor y las llevamos a la Luz del Ser Divino.
¿Puede el Ser experimentar miedo o culpa?
Lo único que se te pide es que le hagas sitio a la Verdad. No se te pide que inventes o que hagas algo que está más allá de tu entendimiento. Lo único que se te pide es que dejes entrar a la verdad, que ceses de interferir en lo que ha de acontecer de por sí y que reconozcas nuevamente la presencia de lo que creíste haber desechado. UCDM, Cap 21, II. Somos responsables de lo que vemos, 7, 6-8
Asumir el deseo oculto de que las cosas sean “a mi manera” , el deseo oculto de separarme de la Voluntad del Creador , es clave para recuperar la PAZ interior.
“El ego es la creencia de que es posible abandonar la mente de Dios y crear un mundo completamente diferente al Reino de los Cielos. El ego ha definido a Dios como enojado. Trata de decirle a Dios cómo ser Dios, y el ego ha convencido a la mente dormida de que no es posible regresar al Reino de los Cielos. Cada vez que surge ira en la mente, es el ego determinado a tener razón sobre el mundo que creó”. David Hoffmeister