El vínculo primordial es nuestro vínculo con el Creador
El vínculo primordial es nuestro vínculo con el Creador, pues es desde ahí desde donde nos miramos a nosotros mismos y a los demás.
Cuando nos sentimos unidos al Creador, sentimos su amor y ese amor se expande a través nuestro, naturalmente, sin esfuerzos.
Por el contrario, si no sentimos, con consciencia, esa unidad con Dios, su amor eterno en nuestro corazón, no lo sentiremos tampoco por nosotros mismos. Estaremos desconectados de la Vida Eterna, y desconectados de la vida sentimos ansiedad, sufrimiento, depresión; e intentamos tapar y llenar ese vacío con apegos insanos, que suelen transformarse en adicciones: a un otro, a una relación, a un trabajo, a una sustancia, a la comida, al sexo, etc. Es una búsqueda ilusoria que genera más dolor y miedo.
Si estamos desconectados de la Fuente, de nuestro Origen, buscaremos ese amor fuera de nosotros mismos, lo cual nos lleva de frustración en frustración. Una rueda loca que nos mantiene en la mentira, en la fantasía y el engaño.
“Busca, pero no halles”, dice una párrafo de la lección 71 del libro Un Curso de Milagros (página 130 punto 4).
Esta búsqueda exterior es en vano, pues nunca hallamos el amor que ya está en nuestro interior, en nuestro Ser que es uno con Dios.
«Busca, pero no halles». La búsqueda exterior del Amor que ya somos, es la rueda loca que nos mantiene siempre en el mismo lugar. ¿Cómo salir?
Observar la rueda de engaño que nos hace creer el sistema del ego que nos aleja del Amor del Creador:
- pecado (separación),
- culpa,
- castigo
El “pecado” se refiere a la idea de “separación” del Creador y de los otros.
El ego nos hace creer que somos “pecadores”, si caemos en ese engaño sentiremos “culpa”, y desde esa culpa (inconsciente) fabricamos eventos para “castigarnos” a nosotros mismos, o proyectamos esa culpa fuera: a otro/s, a una situación, evento, etc.
Creernos “pecadores” nos aleja de nuestro interior, pues nos da miedo ir a ese lugar donde no somos dignos del amor de Dios. ¡Por ello es que buscamos fuera!
¡Vaya rueda loca en la que venimos atrapados! Observa esta obra, “La rueda loca del pecado y de la muerte“:
Los aterrantes pensamientos de culpabilidad nacen de la loca idea de “pecado”.
Pero la buena noticia es que solo ELIGIENDO de NUEVO (como Jesús nos enseña en UCDM), volvemos a la PAZ de Dios, a la VERDAD del AMOR incondicional del Creador por su Hijo, nuestro verdadero Ser.
Solo llena ese vacío el reencuentro con la Verdad: el Amor de Dios. De donde nunca nos fuimos pero si nos hemos olvidado y confundido en un sueño loco. Regresando a esta Unidad, es como nos salvamos de la locura de esa creencia errónea que algo fuera de mi podrá saciar el corazón que anhela su Origen.
Soy el santo Hijo de Dios Mismo. Lección 191
¡No somos pecadores, no estamos separados de nuestro Creador! ¡ese ha sido el gran engaño!
En UCDM (1) Jesús nos enseña claramente que no existe el pecado, ¡no somos pecadores! Ese es el engaño del ego que nos aleja de la Verdad de nuestro Origen. Lo que ha sucedido es que nos olvidamos, nos dormimos en un sueño donde olvidamos nuestra unión amorosa con el Padre. Jesús nos enseña que no es pecado sino error, y del error se sale en el instante que elegimos recordar que Amor es lo que somos, uno con Dios. Ese instante de poder es el instante santo, puro, donde la oscuridad es disipada.
Labor Personal al servicio de la Vida
Somos emanación directa del Creador, esencia divina y eterna encarnada en cuerpos vivos.
Expresa con auto determinación:
Yo Soy Eterna Esencia Divina encarnada en un cuerpo vivo.
Para meditar
(1) Capítulo 19. III. La irrealidad del pecado.
Con amor, comparto el libro “Elijo la Paz”, disponible gratuitamente en formato PDF, en el sig. link:
https://despertarycrecer.com/libro-elijo-la-paz/