G. Grabovoi, Métodos de concentración: Día 3

Este tipo de concentración se basa en el reflejo.
Lo más importante es que mientras Usted se concentra en la planta, imagínese que en la luz que esta refleja, aparece el acontecimiento deseado.
Usted no solo se lo imagina sino que lo ve como real, y construye dicho acontecimiento.
Con construirlo mediante este ejercicio será armónico.
En este proceso nos ayuda también el hecho de que las plantas, de por si, viven en armonía en el mundo.
Durante la segunda parte del ejercicio, concéntrese en las secuencias numéricas compuestas de 7 y nueve 9 dígitos (se deben leer dígito por dígito). Cuando se concentre en la secuencia de siete dígitos (7) puede imaginar, como si los números se colocaran sobre la superficie de un cubo. El cubo tiene seis caras, puede entonces colocar un dígito en cada cara y el séptimo dígito lo puede colocar en el espacio interior del cubo.
Con práctica, usted podrá rotar los números en diferentes caras por varias veces.
Otra forma de visualizar la secuencia de siete (7) dígitos, será conectando cada número con un elemento interno o externo de la realidad, no hace falta que estos elementos sean homogéneos, puede conectar uno de los números por ejemplo, con un árbol y el otro con un sentimiento, usted decide como lo va a hacer y qué elementos elige; solo iguale simbólicamente los 7 dígitos con 7 elementos.
Ud. dentro de la esfera, mirando los números frente a usted.
La información de su objetivo puede tener también una forma de esfera más pequeña, y estará ubicada también en el interior de su esfera personal, sólo que a una distancia más cercana a usted.
Ahora concéntrese en identificar cuál de los números brilla con más intensidad, cuando lo identifique, fíjelo en la memoria y mentalmente conecte la esfera pequeña de su objetivo personal con el número de la secuencia que más está brillando.
3. En la tercera parte del ejercicio diario, la dirección de los acontecimientos tienen lugar mediante el uso de palabras.
Obsérvelo con los ojos, ojo de un testigo.
Acérquese, póngale la mano, siente el calor que emana de su mundo.
Ahora acérquelo hacia Usted y mire al Creador.
Mire como le habla y atienda sus consejos.
Añada este conocimiento al suyo propio y obtendrá la Eternidad.