He tenido unos padres demasiado tóxicos…

Feb 24, 2015

He tenido unos padres demasiado tóxicos…

-Hola Guadalupe, me pasa que he tenido unos padres demasiado tóxicos y me ha resultado más alejarme de ellos que tenerlos cerca. ¿Qué puedo hacer para liberarme de esta carga? Gracias, Cecilia-Hola Cecilia!, nuestra responsabilidad de adultos es tomar la vida que nos ha llegado a través de nuestros padres, y hacer algo bueno con esta vida. Si resultaron, como tu dices, demasiado tóxicos, viene bien reflexionar el siguiente artículo de Bert Hellinger:
La Vida viene desde lejos

¿De dónde viene la vida que los padres han traspasado? Ellos la recibieron de sus padres y sus padres de los suyos, y así sucesivamente. La vida viene de muy lejos. Cuán lejos no lo sabemos. Eso se pierde en algún lugar en algo no reconocido y desconocido.

              La vida que así fluye a través de muchas generaciones es siempre la misma. Nada cambia. No hay ninguna diferencia en cómo fueron los padres. Por el hecho de haber recibido y traspasado todos son iguales. En este sentido no existen padres mejores ni padres peores.
            Cuando un niño con un pasado difícil lo ve, cuando él mira no solamente a sus padres sino a las muchas generaciones detrás de ellos, hasta el comienzo de la vida, si de allí toma la vida que través de todas esas generaciones fluyó en su propia alma y en su propio cuerpo, su corazón se ensanchaEntonces el niño sabe que en cierta manera no sólo depende de esos padres. Él está integrado a Algo Más Grande y de ese algo más grande obtiene una fuerza particular.
              No obstante, los padres determinados que alguien tiene también lo limitan. El no tiene ciertas posibilidades que otros sí tienen. Todos están en cierta medida limitados por sus padres, pero también a través de sus padres tienen determinadas aptitudes y posibilidades. Un destino difícil, un destino pesado es con frecuencia más grande que uno liviano.
              Les cuento una historia al respecto. Una vez trabajé en Londres con una mujer que tenía poliomielitis. Ella estaba sentada en una silla de ruedas y tenía un marido que la cuidaba con dedicación. Yo le pregunté: ¿Agradecieron tus padres que te haya ido bien? Ella dijo: “No”. Yo le pregunté: ¿Lo puedes recuperar tú y agradecer? Ella sí pudo.
              Entonces hice que ella se imaginase algo. Primero ella debía imaginarse que había crecido como cualquier otra chica. Después ella debía imaginarse que había crecido como realmente ocurrió. Yo le pregunté: “¿Cuál de los dos destinos es más grande?” En ese momento ella lloró. No quería responder. Yo pregunté: “¿Cuál destino es más grande, el tuyo como fue o el otro?” Ella contestó: “el mío”. Detrás de ello había otra Fuerza.
              Así puede y debe verlo quien ha tenido un destino particular. Detrás de él actúa una Fuerza particular. Sí el aprueba ese destino y hace algo de él. Él siente: esta vida que tengo es correcta y buena”.
Bert Hellinger
Para meditar:
Cuando asentimos (decimos “si”) a nuestro destino, cuando aceptamos nuestra vida tal como fue y decidimos hacer algo bueno con ello (nos volvemos “adultos responsables”), detrás de ello fluye una Fuerza especial para mirar hacia adelante y servir a la Vida. 
¡Que la Vida fluya a través nuestro!

En síntesis, se trata de:


=> SANAR NUESTRAS HERIDAS
=> ACEPTAR LO QUE NOS TOCÓ
=> DECIDIR, COMO ADULTOS, HACER ALGO BUENO CON ELLO => es decir =>
=> SERVIR A LA VIDA

María Guadalupe Buttera G.

PorMaría Guadalupe Buttera G.

Nací en Santa Fe, Argentina, el 17 de abril de 1966. Me desempeño como Escritora y Comunicadora sobre Desarrollo Personal y Espiritual, facilitando procesos de transformación interior. Op. en Psicología Social. Counselor.

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