He vivido hasta ahora con el programa grabado inconscientemente desde pequeña: “sé una niña complaciente, date a los demás”.
-Querida Guadalupe, me he dado cuenta que he vivido hasta ahora con el programa grabado inconscientemente desde pequeña: “sé una niña complaciente, date a los demás”.
Y así, he dejado de ser yo misma, de respetarme, de poner límites en mis vínculos… de crecer y relacionarme como una adulta que sabe decir “no”, cuando así conviene.
Crecí con este programa que ahora puedo darme cuenta de cómo me ha limitado y coartado, creyendo en lo profundo de mi corazón que si así no me comportaba, no era merecedora del amor de los otros.
Esto no deja de ser una de las tantas forma de manipulación! me enoja saber que la recibí de mis propios padres!
Gracias por todo lo compartido !
Y así, he dejado de ser yo misma, de respetarme, de poner límites en mis vínculos… de crecer y relacionarme como una adulta que sabe decir “no”, cuando así conviene.
Crecí con este programa que ahora puedo darme cuenta de cómo me ha limitado y coartado, creyendo en lo profundo de mi corazón que si así no me comportaba, no era merecedora del amor de los otros.
Esto no deja de ser una de las tantas forma de manipulación! me enoja saber que la recibí de mis propios padres!
Gracias por todo lo compartido !
-Hola! qué bueno poder darte cuenta…
Ahora habrá que aprender a vincularse cada día más desde nuestro estado “adulto”, donde uno hace lo que es más conveniente y ya no lo que se “debe” para que otros me quieran y acepten.
El adulto se permite ser el que es, sin esperar la aprobación de los otros.
Estar en este estado adulto es todo un aprendizaje para poder estar cada vez más presentes aquí y ahora, en nuestra propia vida.
¡Que así sea para muchos de nosotros!