La analogía de la cuerda y la serpiente
El presente relato es una analogía clásica de la filosofía hindú y nos puede ayudar a esclarecer algunas creencias ilusorias.
- ¿Cuántas veces nuestra vida se complica a causa de una ilusión?
- ¿Cuántas veces suponemos algo, nos imaginamos algo, y luego resulta que no es real?
Tomemos en este caso, la idea que tenemos sobre nosotros mismos, sobre nuestra identidad: ¿soy este cuerpo?, ¿soy quien creo que soy o hay algo más?.
Cuando basamos nuestra vida en la creencia que soy un cuerpo, separado de otros, nos la pasamos buscando cómo satisfacernos, buscamos placer, protegernos, nos comparamos, competimos, con la ilusión de creernos superiores o inferiores que otros. Cualquiera de estas ideas, es pura fantasía del sistema del ego que se cree que puede fabricar su vida a “su manera”, independiente del Creador.
Basar nuestra existencia en la falsa creencia de la separación del Creador y de los otros, nos ha llevado a fabricar carencias, tristeza, dolor, enfermedad y muerte.
Así, partiendo de supuestos que no son reales, fabricamos ilusión que nos aleja de la Verdad de nuestra Identidad:
No soy un cuerpo. Soy libre.Pues aún soy tal como Dios me creó.Soy el Hijo de Dios.Lección 219 UCDM
Cuando basamos nuestra existencia en supuestos equivocados, vivimos desde un engaño que en algún momento se agota; y nuestro Ser clama por recordarnos la Verdad de nuestro Origen: Uno con el Creador.
Desde falsos supuestos, vemos lo que no es real, como el relato de la cuerda y la serpiente; oímos algo, lo interpretamos a nuestra manera y creemos que el que piensa diferente está equivocado…creemos que ya sabemos todo; en fin, sobre falsos supuestos construimos castillos de arena que se derrumban.
Para reconectar con la luz de la verdad, nos ponemos disponibles para que nuestro Ser/Espíritu Puro, nos brinde la percepción correcta. Asumimos nuestra percepción limitada y nos entregamos al ES para que nos ayude a interpretar correctamente. Con humildad y fe que hay algo dentro nuestro que sabe y conoce la Verdad, pues es uno con la Fuente de la Creación.
La oscuridad nos confunde; pero es observando la oscuridad y llevándola a la Luz como se desvanecen las ilusiones que nos generan miedo.
Meditemos sobre las ocasiones que hemos confundido “cuerdas con serpientes”.
Llevar ilusiones ante la verdad, o el ego ante Dios, es la única función del Espíritu Santo.
UCDM (T-14.IX.1:4)