Primero, calma: sin calma, no hay claridad mental ni bondad.
Sin bondad, no hay felicidad ni salud.
Y la bondad consiste en querer lo mejor para el otro, regocijarte de sus éxitos y felicidad.
Voy a recordarte las tres causas de la infelicidad…
1- no apreciar lo que tienes.
2- llevarte mal con otro.
3- envidiar el éxito de otro.
Alégrate de lo que tienes, sea lo que sea. Pide disculpas y reconcíliate. Y regocíjate del éxito de los demás.
Verás que la felicidad se multiplica en ti. ¿O prefieres vivir enojado, tenso, enfermo?
Es que la felicidad procura salud”.
Chökyi Nyima Rimpoché, monje y maestro de budismo tibetano en Nepal.