La enfermedad es un mensaje sutil para volver a reconectar con la VIDA
“Eliminar funciones destructivas y desarrollar eventos creativos significa gestionar la realidad.
Basado en este principio puedes tener consecuencias importantes para mejorar tu salud.
Tengamos en cuenta, por ejemplo, a un fumador que quiere dejar de fumar. Se puede recomendar el siguiente enfoque:
– Primero necesitas aislar el cigarrillo en tu conciencia y luego dejar de fumar.
Tiene sentido dar una explicación general aquí:
Cada enfermedad realmente se desarrolla a nivel de información. Y solo cuando alcanza cierto desarrollo se formará en el plano físico, es decir, se revelará en el cuerpo físico.
Sobre la base de esto, queda claro que el tratamiento del cuerpo físico es un tratamiento de los efectos.
Al comenzar el tratamiento, siempre se deben tener en cuenta las causas. Las causas tienen raíces en los niveles eterales de existencia.
Por lo tanto, la curación efectiva puede ser proporcionada con bastante facilidad mediante el uso activo de la propia consciencia.
Considere una vez más cuidadosamente los enfoques al tratamiento que le ofreci cuando reflexionamos los principios anteriores. Yo, por ejemplo, dije: Forma en tu mente una imagen de un órgano sano y arrástralo hasta ese órgano que quieras curar.
Se trata de un enfoque universal y este es un verdadero ejemplo de práctica de gestión.
Para reflexionar
“Cada célula de nuestro organismo tiene su ritmo. Y la totalidad de las células también tiene su ritmo, uno diferente. Así como la gran totalidad de células que está a nivel de un órgano tiene otro. Hay un ritmo específico a nivel de conexión entre órganos.
El organismo en este sentido puede ser comparado con una orquesta. La orquesta cuando interpreta una obra no debe tocar desafinada. Lo mismo se aplica al organismo. El sonido del organismo debe ser armonioso. Y si algún órgano o alguna conexión en su trabajo se desvía de la norma, en otras palabras, comienza a desafinar; esto es una indicación exacta del comienzo de una enfermedad. Y entonces usted, como director de su orquesta, debe agitar el bastón de director y restaurar su sonido armonioso” G.P. Grabovoi