-Hola! gracias por los ejercicios, trato en especial, hacer el que me libere de la visa de mis padres para ser lo que debería, que es ser hija y hacer mi vida. Pero es difícil durante 25 años escuchando discusiones donde mi padre se queja de la plata que se gasta. donde desvaloriza a mi madre porque no puede trabajar porque tiene artritis y muchas cosas mas. Al regresar del convento y no tener un trabajo fijo, hace que esté en mi casa dependiendo de él y vuelva a escuchar lo mismas discusiones; y ya no soy una niña , mi padre es malo con mi madre verbalmente pero no se puede hablar con el. Si yo doy mi opinión de algo el empieza a gritar e insultar diciendo que a mi no me importa nada, que todo es fácil para nosotras y el no sabe todo el mal psicológico que me ha hecho con su forma de ser, porque todas las cosas que le dijo a mi madre yo las traslade de niña entonces me siento desvalorizada, inútil . Y lo peor no consigo un buen trabajo. Gracias. M

-Hola M! lo que sucede con nuestros padres es asunto de ellos, no de los hijos. Al vivir juntos todo parece mezclarse y confundirse. Pero debemos ocupar el lugar de hijos frente a ellos, pues al inmiscuirnos en sus conflictos, nos perdemos, perdemos nuestro lugar de hijos, defendiendo a uno y juzgando al otro. Es como meterse en medio de los dos; y esto tiene un costo muy caro para nosotros, los hijos, pues no es ese nuestro lugar. Ese es un lugar de grandes, no de los hijos.