-Hola, yo me llamo patricia, siempre busco oraciones del Padre para buscar un poco de consuelo a mi pobre corazón. Yo perdí a mi hijo de 1 año eso fue hace 25 años, yo tengo 47 años, ese dolor no se puede curar con ninguna medicina, solamente una madre sabe lo que significa ese dolor, es parecido cuando a una persona le cortan un brazo, queda con esa amputación; eso me paso a mi yo nunca voy a superar esa amputación porque no hay terapia para. Eso solo Dios sabe mi dolor los quiero mucho adiós.

-Hola Patricia! comprendo porque también viví esa dura experiencia con mi 2° hijo. 

Es tan difícil y doloroso que parecería que, a veces, uno quisiera morirse, irse detrás de ellos. 
Pero, pensemos con el corazón, ¿qué sienten nuestros hijos fallecidos si nosotras queremos seguirlos en la muerte?, ¿pueden sentirse felices ellos con esto?, ¿acaso no traerá esto más tragedia a nuestra familia? 

En mi experiencia, he comprendido que cuando miramos a los ojos a nuestro hijo fallecido, vemos que se encuentra en paz y se alegra que nosotros nos quedemos, más aún cuando, en su nombre, hacemos algo bueno al servicio de la vida, pues así ellos continúan viviendo de alguna manera, a través nuestro. 

Podemos decidir sentir el profundo e intenso dolor de la pérdida, y honrar el destino de nuestro hijo fallecido a través de servir a la Vida. Ir detrás de ellos, sería un servicio a la muerte. ¡Ojalá elijamos quedarnos a servir el tiempo que la Vida nos brinde!

Cariños! te deseo lo mejor para ti! 

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