ReCordando Nuestro Origen
Todo procede de la misma Fuente y hacia la misma Fuente se ordena.
Compartimos un inconsciente colectivo donde hay miedo y culpa.
Y ese miedo y culpa surge de creernos separados de la Fuente.
No estamos solos, estamos conectados al Creador.
El Espíritu Santo, Jesús, nuestro verdadero Ser, es el intermediario que sana nuestra mente y activa el recuerdo de nuestro verdadero Ser: un solo Hijo unido al Creador.
Asumo lo que experimento a diario y dialogo con él, contándole todo lo que siento; y pidiéndole la “percepción correcta”, su mirada pura.
Vivo consciente, y con humildad me entrego al Espíritu Santo (puro) que habita en todos nosotros y es el recuerdo de nuestro verdadero Ser, que es Uno con el Creador. Más allá que nos dirijamos a Jesús, al Espíritu Santo, la Luz, el Ser o como tu le llames, nos referimos a la Mente Correcta, que es el recuerdo de la Verdad en cada uno y todos como Uno con el Creador.
Gracias Gracias Gracias
Me perdono porque no lo sé hacer mejor.
Me perdono porque hago lo mejor que puedo con la información que tengo.
Me amo y acepto como soy.
Me abrazo y me contengo con amor.
Mirar el deseo inconsciente de la mano de nuestro Guía hacia la Luz
Me animo a ir hacia adentro, profundamente al interior donde miro de frente ese deseo loco de negar a Dios en mi, negar la Luz del Ser unido al Amor eterno del Creador. Llegar al deseo oculto de negar a Dios es lo que nos libera.
“Sean transformados mediante la renovación de vuestra mente” Romanos 12: 2
Para meditar
Tenemos una parte pura, nuestro Ser; y una parte egoica.
El Ser vive en sintonía con el Creador: Amor.
El ego está desconectado de la Fuente, ha olvidado a que vino y para qué.
De a poco va creciendo el Ser y debilitándose el ego.
¿Cómo? auto observándonos en la vida cotidiana, en nuestros vínculos, mirándonos con Jesús que nada juzga, y entregándoselo a él para que nos sane la mente loca del ego que nos llena de ansiedad, miedo y culpa.
Pedimos a Jesús la percepción correcta y la paz regresa a nuestro corazón.
Ejercicio “Junto con Jesús, me observo como me ve el Creador”
Respiramos 3 veces conscientemente💨💨💨
Conectados con nuestro , y sentimos brillar el reflejo de la Luz del Amor del Creador
Vamos a observarnos a nosotros mismos desde el punto de vista del Creador, como él nos observa: con ALEGRÍA, LUZ y AMOR.
Y desde este punto veo, siento y actúo como el Creador ve, siente y actúa; me observo a mi mismo:
-¿Que me aleja de aquello que deseo lograr? tomo consciencia de ello, lo visualizo como información oscura, y lo llevo a la Luz visualizando una esfera blanca delante de mi. Llevo toda oscuridad a la Luz, donde es disipada.
Gracias Gracias Gracias
Jesús nos dice en UCDM
“Nadie viene al Padre sino por mí” no significa que yo esté en modo alguno separado de ti o que sea diferente, excepto en el tiempo, y el tiempo no existe realmente. La afirmación tiene más sentido desde el punto de vista de un eje vertical que de uno horizontal. Tú estás debajo de mí y yo estoy debajo de Dios. En el proceso de “ascensión” yo estoy más arriba porque sin mí la distancia entre Dios y el hombre sería demasiado grande para que tú la pudieses salvar. Yo salvo esa distancia por ser tu hermano mayor, por un lado, y por el otro, por ser un Hijo de Dios. La devoción que les profeso a mis hermanos es lo que me ha puesto a cargo de la Filiación, que completo porque formo parte de ella. Tal vez esto parezca contradecir la afirmación “Yo y el Padre somos uno”, pero esa afirmación consta de dos partes en reconocimiento de la mayor grandeza del Padre. Capitulo 1. II 4:1-7