Si estas a solas:
Siéntate cómodamente, en silencio, y piensa en una persona. Visualiza su cara y siente que le deseas lo mejor, que su familia y sus amigos la amen, la cuiden, la mimen. Tú también la aceptas tal y como es, la amas, la cuidas y la mimas. Mantente en ese sentimiento.
Empieza pensando con una persona que te resulte más fácil desearle lo mejor; y luego cambia: con tu amiga, con tu vecina, con tu compañero de trabajo, etc.
Si estas con otra persona o más:
Siéntate frente a ella, en silencio, y mírale a los ojos. Al principio quizá te cuesta, pues a todos nos cuesta ser mirados porque nos remite a cómo fuimos mirados de pequeños. Puede que también pestañees demasiado, o quizá te dará risa. Cierra los ojos y visualicen-se, piensa en la otra persona sin mirarla, durante unos minutos. Practica el amor como en el caso de arriba (deséale lo mejor, que la quieran, que la mimen). O de cualquier otra manera, como tú sientas el amor. Luego vuelve a abrir los ojos y mírala con amor, es decir, con aceptación de como esta persona es, tal y como es; pues eso es amor => aceptación.
Practica más adelante con diferentes personas:
Cuando vayas por la calle y te cruces con la gente, mira sus caras y sentirás el mismo amor que has experimentado mirando las caras de otras personas, en tu práctica personal.
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