-Hola Guadalupe, tengo 40 años y aún no puedo lograr una pareja. He leído tus libros y blog’s; y me doy cuenta que soy fiel a algunas de las mujeres de mi familia que no lograron tener una buena pareja. 
¿Qué ejercicio puedo hacer para liberarme?
Gracias!, Alejandra.

-Hola Alejandra! asi es, gracias al aporte de Rupert Sheldrake* hoy sabemos que cuando un grupo grande de personas han vivido una emoción o creencia con intensidad, de manera semejante, esta vivencia crea lo que este bioquímico británico llamó “campos mórficos”; y significa que las personas quedan atrapadas en esa experiencia (más allá de vivos y muertos), sintiendo lo mismo, lo cual los aleja del aquí y ahora, del momento presente, es decir, los aleja de la vida.  Parecería que uno queda “anclado” en ese campo de resonancia. Pero es posible volvernos conscientes, honrar y liberarnos. 

Si me siento atrapado al pasado

Visualizo la vida, tal como es, visualizo los seres humanos, cada uno con su propio destino, tomo conciencia que cada vida es creada y amada por Dios. 

Visualizo detrás de mi lo que ya pasó, y le digo “gracias”.

Si percibo que algo me ata al pasado, si algo me atrae y no lo puedo soltar, me coloco en ese lugar y espero hasta percibir qué se experimenta en ese campo. 

Luego vuelvo a mi lugar, visualizo ese campo con el cual estoy unido, resonando, y tomo conciencia que esto me limita mi felicidad, me aleja de la vida. Entonces, honro ese campo, honro las personas que pertenecen a él, que vivieron lo mismo que yo; con profunda humildad honro y agradezco: “gracias”. 

Me quedo en esa honra el tiempo necesario, hasta que perciba que ya es suficiente, que estoy más liberado; y que ahora puedo girarme e ir hacia la vida. 

Visualizo la Vida, respiro profunda y conscientemente, al inhalar tomo la energía de vida, al exhalar suelto; me abro a la entrega y digo a Dios: “Gracias, Por Favor, Si”.