Hola María, te escribo para agradecerte, ayer fuimos a consultarte con mi marido y mi hija por una problema que surgió con ella el sábado, y salimos muy aliviados los tres! gracias! mi hija recuperó la sonrisa y dijo que eres una genia! gracias! paso por paso, iremos hacia adelante como acordamos, pero lo importante que ya nosotros estamos más serenos y mi hija, como te dije, volvió a sonreír! muchas gracias Maria!

En hora buena! me alegra mucho que se sientan mejor; tu hija, con lucidez, comprende toda la situación; ella necesitaba que alguien, fuera de la familia, la mire y escuche con comprensión en lo que siente, y eso intenté darle, una mirada de aceptación incondicional. En esas condiciones nos conectamos de ser a ser y esto es lo que necesitamos los humanos, conectar desde el alma, desde la verdad. Gracias a ti por compartirlo, saludos cordiales! les deseo lo mejor!

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