Tomar consciencia de la información falsa para liberarnos
En Un Curso de Milagros, Jesús nos dice que nuestro hermano es una parte nuestra. Entonces, podemos comprender porqué nos duele tanto el rechazo, por ejemplo. Cuando experimento rechazo, es que se espeja afuera un rechazo interior en mi, inconsciente.
Así, si siento rechazo, no me quedo enroscado en pensamientos que el otro es “culpable”, sino que puedo mirar hacia adentro, y ver: ¿qué o a quien estoy rechazando?
Pues no se trata de un otro ahí afuera, ni de mi de manera personal. Se trata de observar la información que se activa. Todo es información, pero necesitamos estar atentos de si se trata de información verdadera o no. Si no hay paz, es que se ha activado información falsa, información que viene del ego y nos hace creer que estamos separados del Amor de Dios.
Hoy más que nunca se activa la información falsa, la oscuridad, para que podamos verla, y llevarla a la Luz.
Personalmente, lo que hago es mirar los pensamientos de la mano de Jesús (nuestro Ser, esa parte que nos guía hacia la Verdad).
Mirar aquello que se activó, por ejemplo si hay malestar, vemos qué información lo fabricó.
Hoy una señora me comentaba que se sentía muy desganada; y cuando profundizamos, vimos que se trataba de una experiencia donde sintió rechazo de su nuera. No importa de quién se trata, no tenemos que quedar atrapados en los cuentos que nos hace el ego, que me dijo esto, que me hizo esto otro, etc. Porque al ego le encanta jugar con pensamientos que cuentan cuentos de culpa, castigo, miedo, juzgar o juzgarse, etc.
Tenemos que entrenar nuestra mente para poder discernir el tren de pensamientos que nos atraviesa la mente. Si no los observamos, reaccionamos a ello, nos sentimos mal y culpamos a otros. Una rueda loca que nos ata al dolor. Entrenamos la mente para ver esos pensamientos de rechazo, y lo miramos con Jesús, para llevarlos a la Luz:
- Jesús, ¿es posible rechazar o sentirse rechazados?
- ¿Puede la Luz del Ser rechazar o ser rechazado?
Y podemos darnos cuenta que esta información que se activa, fabricando pensamientos de rechazo, es pura ilusión.
Lo real es el AMOR que nos une eternamente al Creador.
Un curso de Milagros comienza con el recuerdo que:
Nada real puede ser amenazado.
Nada irreal existe.
En esto radica la paz de Dios.
Se trata entonces, de tomar consciencia de la información “irreal”, falsa, que no tiene que ver con la Verdad; para discernir y no quedarse enredado en la mentira del ego que nos hace creer que estamos separados del Amor de Dios.
El Reino de los Cielos es el conocimiento de nuestro Ser que es Uno con el Amor de Dios. Cada uno de nosotros somos un aspecto del mismo Ser, Uno. No existe separación con un otro o con Dios. Darnos cuenta de ello, es esencial, y para ello entrenamos la mente.
Vaciamos la mente de pensamientos erróneos que fabrican dolor, tomando consciencia plena de ellos y llevándolos a la luz de la Verdad.
Y, ¿qué hay detrás de toda esta información falsa?
¡El AMOR que somos!
Las mentes están unidas, los cuerpos no
Y como todos compartimos la misma mente, al hacer esta labor de mirar la oscuridad y llevarla a la luz, estamos aportando luz a ese campo compartido por todos (mente). Las mentes están unidas, los cuerpos no.
Con voluntad y perseverancia, entrenamos la mente y la paz interior comienza a manifestarse. Todo fluye naturalmente en nuestra vida.
Se trata de aprender a pensar con Dios. Como nos enseña el científico Grigori Grabovoi: “pienso como el Creador piensa, actúo como el Creador actúa”. Y, ¿cómo sino desde el AMOR infinito y eterno?
Somos Luz en esencia, y podemos elegir extender la luz divina de nuestro Ser.
El cuerpo es el vehículo de expresión de la Luz del Ser.
Toda información falsa es una distorsión de nuestra Verdadera Identidad: el Hijo amado por el Creador.
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