Una madre madura y sana

Una madre madura y sana

Deja que sus hijos crezcan libremente…

Cuidado las que somos madres con el abuso emocional… nuestros hijos necesitan nuestra bendición para poder hacer su propio camino… si nosotras no los soltamos, ellos no se van… o se van y luego suelen regresar… ¡y así no son felices!

Cuando una mujer padece hambre emocional, y la pareja ya no está dispuesta a responder sus demandas afectivas insaciables, al devenir en madre el hijo será el bocado perfecto…

Para un niño no hay nada más importante que su madre… si percibe que su madre necesita que la mire, le dé la razón, la cuide, la proteja, y la haga sentir orgullosa, ese hijo, por supuesto, lo hará… pero, ¿podrá mirar hacia adelante? ¿hacia la vida?

Si cuando nos convertimos en madres aún no sanamos ntra niña interior herida, ntro hijo/a -que debería llegar al mundo para ser protegido y amparado por nosotras, sus madres- se verá obligado a proteger nuestros aspectos más infantiles…

Registrar la dimensión de nuestro hambre emocional y saber si estamos devorando a un otro…

Para reflexionar
El Padre Mamerto Menapace, en “El Aeropuerto”, cuenta de aviones, quienes mientras están en proceso de creación deben ser protegidos en los hangares preparándose para una misión: volar; y el aeropuerto tiene pistas porque los aviones fueron creados para volar y si no cuentan con suficiente pista nunca lo lograrán, pero después el aeropuerto es también importante porque es el lugar de aterrizaje y el punto de referencia para llegar a destino, y los hangares el lugar donde regresan a mantenimiento, a reparación, para luego seguir volando.

“…los avioncitos no fueron creados para quedarse en el hangar, su misión es desprenderse de la tierra y ganar altura…”

Trabajo Personal
Para darle fuerza a tu hijo/a, puedes hacer la siguiente visualización:
Le ves a él y a su destino.
Sólo miras su destino.
Inclinas la cabeza ante su destino.
Y dices las frases siguientes:
“Sí, asiento a su destino como es.
Gracias por su destino como es”
Miras más allá, a lo lejos, a la Luz de la Vida…. te sientes impregnada por esta Luz….. todo tu cuerpo recibe esa Luz…… y comienza a irradiarla….. le dices a la Luz de la Vida:
GRACIAS…POR FAVOR… SI…

María Guadalupe Buttera G.

PorMaría Guadalupe Buttera G.

Nací en Santa Fe, Argentina, el 17 de abril de 1966. Me desempeño como Escritora y Comunicadora sobre Desarrollo Personal y Espiritual, facilitando procesos de transformación interior. Op. en Psicología Social. Counselor.

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