Volver al AMOR
Observando con consciencia los obstáculos que interfieren en el camino
Cuando emergen conflictos, es una oportunidad de observarnos y volver a nuestro interior. Ahí está el poder, en nuestro interior conectados a esa parte nuestra que sabe: nuestro Ser uno con el Creador.
Nada externo a ti puede hacerte temer o amar porque no hay nada externo a ti. Cap 10, 1:1 UCDM
De a poco, vamos comprendiendo que ya no podemos esperar que desde afuera nos llegue la solución a todos nuestros problemas humanos, sino que podemos aprender a desarrollar habilidades para co crear con el Creador. Para lo cual, es esencial que sintonicemos con pensamientos como los del Creador, como nos enseña el científico clarividente Grigori Grabovoi.
¿Y cómo serían estos pensamientos de Dios? Un Curso de Milagros nos dice que para Dios solo hay un solo Hijo, nuestro verdadero Ser. Con lo cual, pensar como el Creador piensa, es pensar desde la UNIDAD y el AMOR. Pensar desde la unidad y el amor es pensar en el bienestar para todos los seres humanos del planeta. De ahí que G. Grabovoi, basa su tecnología para la consciencia en la Salvación Global y el Desarrollo armónico; y nos invita a usar la serie numérica para la salvación, para la armonización, para asegurar la vida eterna a todos: 8979489. Esta secuencia numérica podemos expresarla, repetirla mentalmente, cantarla, escribirla en un lugar visible, en fin, cada cual puede usarla de manera creativa según se inspire. Lo esencial es abrirnos a los pensamientos de Dios, pensar como Él desde la Unidad y el Amor Eterno.
“La consciencia del hombre debe ser desarrollada hasta el nivel del alma, cumpliendo así el estatus de haber sido creado a semejanza del Creador”. Grigori Grabovoi
Es nuestro desafío dejar atrás las divisiones que nos han llevado a experimentar demasiado dolor, enfermedad y muerte; y abrirnos a un nuevo estado de consciencia que ya nos fue mostrado por Jesús, Buda; y hoy nos lo vuelve a recordar este científico G. Grabovoi, como también lo hace por otra parte el científico J. P. Garnier con su mensaje de pensar de manera benevolente para crear lo mejor para todos.
La curación es el efecto de mentes que se unen, tal como la enfermedad es la consecuencia de mentes que se separan. Cap 28.III.2:6 UCDM
¿Cómo llevamos esto a nuestra vida cotidiana? Pues a través de elegir desarrollar habilidades tales como:
- estar atentos a los pensamientos,
- elegir trascender la falsa creencia que las diferencias nos separan, con la consciencia que las diferencias están en la “forma” externa pero no en el “contenido” interior, que somos como Ser.
- elegir pensar como el Creador piensa: Unidad,
- elegir sentir como el Creador siente: Amor,
- elegir actuar como el Creador actúa: extendiendo su Amor,
- elegir de nuevo cada vez que me observe juzgando1, porque ya sabemos que el otro es una expresión diferente del mismo Ser que somos, uno con Dios. Tengamos en cuenta que cada uno actúa según su recuerdo de quienes somos realmente.
- tomar la iniciativa de comenzar el día con esta secuencia numérica de G. Grabovoi* para la salvación, para la armonización, para asegurar la vida eterna a todos: 8979489, nos ayuda a crear eventos positivos al alinearnos con el Creador.
- mantener sano el vínculo con nosotros mismos, conectados con esa parte nuestra que sabe amar incondicionalmente, que es nuestro verdadero Ser.
Estas son actitudes que nos ayudan a elevar nuestra vibración al amor, y nos vamos a sorprender de cómo nos sentimos más livianos y vamos experimentando paz en nuestro interior.
Co crear con el Creador es pensar, sentir y actuar como Él: desde el AMOR UNIVERSAL. Entonces, las manifestaciones del Amor se nos revelan.
El Cielo está aquí. No existe ningún otro lugar. El Cielo es ahora. No existe ningún otro tiempo. UCDM M-24.6:4-7
1-Aclaración: observar, darnos cuenta de algo, no tiene que ver con juzgar.
Juzgamos cuando pretendemos que algo o alguien sea como uno cree que debe ser.
Observar 👀desde los ojos del Amor 💝 es lo que nos transforma y libera.
Observar 👀desde los ojos del Amor 💝 es ver la Verdad que ya está ahí, es elegir ver la Luz🌟.
*La fuente oficial que contiene todas las secuencias de números de los libros de Grigori Grabovoi es el “Atlas digital de la creación del hombre y la vida eterna”.
hola María Elena! gracias por comunicarte 😀 en el link https://despertarycrecer.com/ucdm/
encuentras mucho material, y también en el canal de https://www.youtube.com/c/Mar%C3%ADaGuadalupeButtera
Lo esencial del curso es mostrarnos ese error de separación el cual es el origen de la culpa, y por lo que dices ya comprendiste lo esencial.
Te comparto este texto de Kenneth Wapnick muy claro, a disposición! cariños!
Kenneth Wapnick, Ph.D.
Introducción Básica a Un Curso de Milagros
El PECADO, LA CULPA y EL MIEDO
Hay tres ideas claves para comprender el sistema de pensamiento del ego. Son las piedras angulares de todo el sistema y estas son: pecado, culpa y miedo. Cuando veas la palabra “pecado” en el Curso siempre la podrás substituir por la palabra “separación” porque las dos palabras son lo mismo. El pecado del cual nos sentimos más culpables, y que es la fuente de toda nuestra culpa, es el pecado de nuestra creencia en una separación de Dios, de lo cual hablé hace un minuto. Esto es aproximadamente lo mismo que enseñan las iglesias como “pecado original”. El tercer capítulo del Génesis da perfecta cuenta de cómo nació el ego. El Curso hace referencia a ello en la primera parte del capítulo dos del texto (T-2.I.3-4).
Así que el inicio del ego es la creencia de que nos hemos separado de Dios, y esto es lo que es el pecado: la creencia de que nos hemos separado de nuestro Creador y hemos establecido un yo que está separado de nuestro verdadero Ser. El Ser es sinónimo de Cristo. Cada vez que veas la palabra en mayúsculas “Ser” la puedes substituir por la palabra “Cristo”.
Creemos que hemos establecido un ser (con s minúscula ) el cual es nuestra verdadera identidad, y este ser es autónomo de nuestro Ser real y de Dios. Aquí se inició todo el problema en el mundo: la creencia que somos individuos separados de Dios. Una vez creamos que hemos cometido este pecado, o una vez creamos que hemos cometido cualquier pecado, psicológicamente es inevitable que nos sintamos culpables de lo que creemos que hemos hecho. En cierto sentido la culpa se puede definir como la experiencia de haber pecado. Así que básicamente podemos considerar el pecado y la culpa como sinónimos una vez que creemos que hemos pecado es imposible que nos creamos que no creamos que somos culpables y sintamos lo que se conoce como culpa.
Cuando Un curso de milagros habla de culpa utiliza la palabra en forma distinta a cómo se usa comúnmente, casi siempre con la connotación de que me siento culpable de lo que he hecho o no he hecho. La culpa siempre va junto con cosas específicas de nuestro pasado. Pero estas experiencias conscientes de culpa son sólo como la punta de un TÉMPANO DE HIELO. Si piensas en un TÉMPANO DE HIELO, debajo de la superficie del mar está la MASA ENORME que representaría lo que es la CULPA . La culpa es realmente la suma total de nuestros sentimientos, creencias y experiencias negativas que hayamos tenido sobre nosotros mismos. Así que la culpa puede ser cualquier forma de odio o rechazo a uno mismo; sentimientos de incompetencia, fracaso, vacío; sentimientos de que nos falta algo o de que carecemos de algo o de que algo está incompleto.
La mayor parte de esta culpa es inconsciente; es por esto que el ejemplo DE UN TÉMPANO DE HIELO ES TAN ÚTIL. La mayoría de estas experiencias de cuán podridos realmente creemos que estamos están DEBAJO DE LA SUPERFICIE DE NUESTRA MENTE CONSCIENTE que, por supuesto, las hace virtualmente inaccesibles a nosotros. La fuente fundamental de toda esta culpa es la creencia de que hemos pecado contra Dios al separarnos de El. Como resultado, nos vemos separados de todos los demás y de nuestro Ser.
Tan pronto nos sentimos culpables es imposible no creer que seremos castigados por las cosas terribles que creemos haber hecho y lo terrible que creemos que somos. Tal como enseña el Curso, la culpa siempre exigirá castigo. Una vez que nos sentimos culpables creemos que debemos ser castigados por nuestros pecados. Psicológicamente no hay forma de evitar ese paso. Entonces nos da miedo. Todo miedo, no importa lo que nos parezca que es su causa en el mundo, surge de la creencia que debo ser castigado por lo que he hecho o no he hecho. Entonces me da miedo de lo que será el castigo. Puesto que creemos que el objeto final de nuestro pecado es Dios, contra Quien hemos pecado al separarnos de El, entonces creemos que será Dios Mismo Quien nos castigará. Cuando lees la Biblia y te encuentras con todos esos terribles pasajes donde se menciona la ira y venganza de Dios, de aquí es de donde surgen. No tiene nada que ver con Dios como El es, PUESTO QUE DIOS ES SOLO AMOR. Sin embargo, todo tiene que ver con las PROYECCIONES de nuestra propia culpa hacia El. No fue Dios Quien expulsó a Adán y Eva del Jardín del Edén; fueron Adán y Eva quienes se
expulsaron a ellos mismos del Jardín del Edén.
Tan pronto creemos que hemos pecado contra Dios, cosa que TODOS creemos, también
tenemos que creer que Dios nos castigará. El Curso habla sobre los cuatro obstáculos hacia la paz, y el último obstáculo es el miedo a Dios (T 19.IV D). Lo que hemos hecho, desde luego, es que al tenerle miedo a Dios hemos cambiado al Dios de Amor en un Dios de miedo: un Dios de odio, castigo y venganza. Y esto es justamente lo que el ego quiere que hagamos. Una vez que nos sentimos culpables, no importa de dónde creamos que proviene la culpa, también estamos creyendo no sólo que somos culpables sino que Dios nos va a matar. Así Dios, Quien es nuestro Padre amoroso y nuestro único Amigo, se convierte en nuestro enemigo. Y vaya enemigo, sobra decirlo. Repito, este es el origen de las CREENCIAS que se encuentran en la Biblia, o en cualquier otro lugar, de que Dios es un Padre castigador. Creer que El lo es, es atribuirle las mismas cualidades del ego que tenemos. Como dijo Voltaire, “Dios creó al hombre a Su propia imagen, y luego el hombre le devolvió el cumplido.” El Dios que creamos es realmente la imagen de nuestro propio ego.