Madre con hijo fallecido
La muerte de un hijo provoca un terremoto emocional y tu vida ya no puede ser la misma. La transformación nos guía al retorno a nuestra esencia: AMOR.
Rompe tu identidad, y comienzas a plantearte cuestiones trascendentes y gracias a ello, una lluvia de nuevas comprensiones de la Vida comienzas a recibir.
amor, ese hijo ha sido un alma que te ha dicho:
“Querido hijo:
Gracias por haberme elegido como madre.
Tienes un lugar en mi corazón,
Participarás en lo bueno que realizaré en tu memoria.
Yo me quedo en la Vida,
Cumplo con lo que se me brinda,
Y en tu honra haré algo bueno al servicio de la Vida.
Deseo que tu sigas la luz de la vida eterna”
Cortas ese hilo que te ataba desde el dolor, y dejas que este Ser se eleve, como un globo. Hacia nuestro Origen, hacia la Luz de la Vida Eterna. Seguimos unidos ahora desde el Amor que todos somos en esencia.
Miras hacia adelante, a lo lejos, a la Luz de la Vida, siéntete guiada por esa Luz infinita, inhalas esa luz, exhalas y se expande a tu alrededor… y dices desde tu corazón:
“Elijo la Vida…
Elijo servir a la Vida con Amor..
Gracias…
Por Favor…
Si…”
Gracias x tus palabras Cristine, bendiciones para ti!
Maria, agradables palabras las suyas. personalmente me ha encantado el blog, con vigencia y con un amor propio digno de compartir, tanto yo como mis compas de la gran hermandad blanca te seguimos vale? prosperidad para ti ♥