En todo vínculo se da un intercambio de información.
Veamos un ejemplo en estos tiempos de miedo al “contagio”:
Si una persona vive sin miedo a enfermarse y otra persona sintoniza y se mantiene receptiva en el intercambio de información que se efectúa entre ambas (no se necesitan palabras), este intercambio de información puede inmunizar a la persona, manteniéndose sana y sin contagiarse.
De la misma manera, si una persona vive con miedo y angustia por contraer la enfermedad (ya sabemos de qué estamos hablando) y entra en contacto con otra persona que acepta este miedo y angustia a esta enfermedad, se intercambian información que posibilita que la enfermedad pueda manifestarse en ambas personas.
Es decir, según la información que albergamos en nuestra mente (de manera consciente o no), estamos aportando a la propagación de inmunidad o a la propagación de la posibilidad de enfermar entre nosotros.
Sí, el poder de elegir qué pensamientos vamos a sostener y DESDE DÓNDE vamos a vivir, si desde el miedo o desde la conexión consciente con nuestro Origen divino , infinito y eterno, está en cada uno de nosotros; y en nuestros vínculos manifestamos y potenciamos aquello que elegimos.
¿Qué vamos a elegir manifestar entre nosotros?, ¿La Luz del Ser unido eternamente al Creador, o la oscuridad del miedo?
