Aprendiendo a re-conectarnos con nuestro cuerpo

Aprendiendo a re-conectarnos con nuestro cuerpo

“Tal como se siente desde dentro”

Imagen de Clio Wondrausch
“La sensación física de estar vivo en un vasto sistema,
es el cuerpo como se siente desde dentro”
Eugene T. Gendlin

En nuestra cultura occidental prevalece el contacto con el mundo exterior, y hoy sabemos lo necesario que es el aprendizaje del contacto con nuestro mundo interior. Gracias a los avances en el conocimiento de los procesos interiores del ser humano, hoy podemos acceder a la conciencia de nuestro cuerpo, activando enlaces con cada aspecto de nuestra vida: pasado, presente e incluso el paso siguiente.

Nuestro cuerpo es parte de un gran sistema, de ahora y de otros tiempos, de ti y de otras personas, de hecho de todo el universo tal como lo expresa Eugene T. Gendlin: “La sensación física de estar vivo en un vasto sistema, es el cuerpo como se siente desde dentro”

Nuestros cuerpos llevan memorias, expectativas, esperanzas, miedos y sueños, algunas enlazadas a nuestras historias personales; otras nos llevan más allá, donde el “don”’ la “gracia”, los “talentos” están esperando sorprendernos.

Aprendiendo a re-conectarnos con nuestro cuerpo ‘’…como se siente desde dentro’’, es algo que no es posible hacerlo desde la mente. Sí puede la mente ayudarnos a comprender lo que estamos haciendo, pero la sola información nunca comunica todo el mensaje, de la misma manera que oyendo una conferencia de cómo conducir un auto, no nos dará la sensación de viajar en la ruta.

Todos los recursos de sanación interior, creatividad y las riquezas del espíritu humano yacen esperando tomar vida en nuestro interior. ¡Basta que aprendamos a re-conectarnos con ello!

Nuestros miedos, lágrimas, traumas y dolores pueden convertirse en una energía especial al servicio de la Vida cuando aprendemos a re-conectar con nuestros sentimientos a partir del re-conocimiento de nuestro cuerpo. Y digo re-conectar y re-conocer porque es algo que nuestro ser conocía al nacer, pero de manera inconsciente, y luego lo hemos ido perdiendo en el camino.

Un ejemplo práctico de esto es el caso de una mujer que a partir de un agotamiento físico, pudo darse cuenta que sus conductas estaban orientadas a agradar al otro, profundizando puede ver que esto se debe a la necesidad de ser aceptada, y profundizando más aún se conecta con el rechazo de su familia paterna. Desde esta toma de conciencia de “porqué hago lo que hago”, hoy puede vincularse y elige hacer desde un lugar muy diferente, y ya no por una necesidad implícita de no ser rechazada. Aprendió a brindarse al otro y dar lo mejor, sin dejar de cuidar de sí misma para no llegar a un agotamiento nuevamente. Vemos cómo algo que fue un trauma o un dolor, haciéndolo consciente, aceptándolo, integrándolo, dándole un lugar como parte de nuestro propio destino personal, esto se transforma en una energía especial al servicio de algo más grande.

Los adultos necesitamos entrar dentro de esta experiencia de conexión corporal, aprender a des-cubrir, aceptar y cuidar nuestros sentimientos, mensajeros de nuestro ser interior, para poder ser capaces de transmitir a nuestros niños esta misma experiencia vivencial.

Los niños son nuestro futuro y si los guiamos a re-conocer las señales de sus cuerpos y trabajar sus emociones para no ser arrastrados por ellas, tendrán una vida entera para explorar y vivir a partir de este vasto mundo interior.

En nuestro mundo interior no solo viven escondidos nuestros dolores, traumas, sentimeintos reprimidos, sino también nuestros recursos creativos, sanadores, sentido de vida personal, paz; incluso la sabiduría misma solo puede emerger a partir de esta conexión interior consciente.

Claro que para poder re-conectar con nuestro cuerpo y sentimientos tenemos que realizar un aprendizaje muy diferente al que nos enseñan en nuestra educación formal intelectual.

Hace unos cuantos años, desde haber transitado una bendita enfermedad que llegó como mensajera para re-conectar-me con mi cuerpo fisico, emociones y sentimientos, mi misión personal se ha convertido en “Facilitar que las personas re-descubran su propio camino hacia el Amor”, ese Amor que habita en lo profundo del interior de TODOS los seres humanos.

Te comparto un ejercicio para tu trabajo personal:

Tómate un breve momento para darte cuenta qué siente tu cuerpo al leer este material que acabas de leer; exprésalo en una frase, palabra, imagen, idea. Trata de recordar cualquier cosa que haya podido tocarte de tal manera que hayas sentido algo en tu cuerpo.
Puedes hacerte las siguientes preguntas:

1-¿Cómo se siente en mi interior haber leído esta reflexión?

2- Si hay algún sentimiento, ¿puedo darme cuenta en qué parte de mi cuerpo lo siento?

3-¿Me quiere decir algo este sentimiento en mi interior?

4-A leer esta reflexión, está alerta por si surgen frases, palabras, imágenes, partes del texto, que resuenen en tu cuerpo. Si encuentras algo, detente y permite un momento de quietud para notar esta valiosa conexión hacia tus sentimientos, ya que esto tiene el poder de revelarte cuestiones inconscientes en tu propia vida.

5-Cierra tus ojos, entra en tu interior, y date cuenta si tu cuerpo lleva algo que ha surgido en conexión con lo que acabas de leer.

Para reflexionar
“Nuestras sociedades se han hecho más complicadas que todas las rutinas y conceptos que ellas enseñan” Eugene T. Gendlin

Querido cuerpo, te amo, amo tu forma, estamos juntos en esta Vida y juntos nos sanamos, juntos tenemos el poder de inmunizarnos de cualquier proceso que pueda deteriorar la salud, juntos nos sanamos y juntos nos rejuvenecemos. ¡Así es!
¡Adelante! ¡Te deseo lo mejor!


Nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto.

Lc 8,16

María Guadalupe Buttera G.

PorMaría Guadalupe Buttera G.

Nací en Santa Fe, Argentina, el 17 de abril de 1966. Me desempeño como Escritora y Comunicadora sobre Desarrollo Personal y Espiritual, facilitando procesos de transformación interior. Op. en Psicología Social. Counselor.

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Anónimo
Anónimo
5 octubre, 2011 7:57 pm

Muy lindio! me gusto mucho y me senti identificada con el relato de la mujer que se enfocaba vas en la mirada de los demas y lo que vayan a pensar, a mi me pasa exactamente lo mismo, eso es lo que tengo que cambiar, porque me afecta al hacer lo que me gusta que es teatro, sobre todo me pasaba con la mirada del profesor y de mis compañeros pendiente a lo que ivan a pensar si lo hacia bien o mal, si se me reian, y me sentia muy tensa y no podia disfrutarlo ni sentirlo ni soltarlo para que me salga como lo se hacer, yo lo hable con mi psicologa y me di cuenta que no es que me falte la capacidad de hacer, sino que se trata de valorarme de hacerlo porque lo siento, sobre odo porq cuando estoy sola o con gente de mucha confianza me suelto ya veces me veo y idgo gua, no esta tan mal lo que hago, pero en otros lados, me siento muy tensa no me puedo relajar y eso es lo que tengo que cambiar y muchas otras cosas, porque el problema que yo tengo si bien nace de que te que aceptarme como soy tambien hay otros factores el medio, pero se que tengo que curar mi interiro, controlar mis emociones, y asi voy a salir adelante y hacer lo que sea.
Estas cosas me pasan generalmente en todo, lo que me paraliza, es lo quetambien estoy trabajando con mi psicologa, que tengo una imagen muy negativa en mi, y en los demas, que no veo mas alla de hacer lo que me da placer, porque sino en cualqueir lado estoy incomoda, me siento nerviosa, a veces hasta ganas de llorar cuando dicen o pasa algo que no em gusta, palpitaciones, y termino llendome de todos lados.. es muy feo, xq a veces no me veo en ningun trabajo, pienso solo en que me gusta actuar o bailar, pero no puedo vivir de eso.. y volver a la escuela donde ya fui 2 años y deje por las misma razones, aunque parezca tonto, es lo que me paso, problemas de personalidad, adaptacion, de ahi vino la ansiedad, y la depresion y ahora estoy tratando de buscar que puedo hacer con mi vida, me voy sintiendo un poco mejor, tengo algunos proyectos, pero no me siento del todo feliz, pero se que todo depende de mi, de mis emociones y de amigarme y contrlarlas. y este curso y otras cosas que leo, por que me entero de tus blogs y de otras cosas de autoayuda me estan ayudando!

Fernanda
3 marzo, 2011 11:46 am

Muy buena esta reflexión, María. Muchos de nosotros y nosotras, especialmente las mujeres,carga con traumas por nuestro aspecto físico ,tal vez no el actual, sino pasado, como en mi caso. Los mandatos estéticos de nuestra sociedad son opresivos, tiranos y absurdos, pero aún dándose cuenta de esto, es difícil remar contra la corriene y no sentirse heridos con los motes y las etiquetas que nos imponen, especialmente en la infancia y la adolescencia. También es duro educar a nuestros hijos pequeños en su relación con el propio cuerpo cuando nosotros no la hemos logrado. Es muy bueno el ejercicio que proponés, para lograr una mirada abarcativa y profunda que va más allá de lo superficial. Después de todo, sea como sea nuestro cuerpo, somos templo del Santo Espíritu, aunque lo olvidemos!
Gracias por estar presente en mi vida de tantas maneras: tu blog, tus buzzes, tus libros y hasta tus oraciones: estamos saliendo a flote airosos de la mano de Dios y de todos los que nos dieron su desinteresado apoyo espiritual, como es tu caso.
Y te cuento que reabrí un intento de blog muy sencillito que había comenzado en el 2008. Ahora estoy blogueando con todo. Si tenés ganas, hechale un vistazo: sería un honor para mí que una de mis maestras lo viera! Tengo planeado dedicarte un post, por todo el bien que me han hecho tus enseñanzas!
Me encontrás en:
fernanda-abocadejarro.blogspot.com
Gracias y saludos,
Fer.

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