“Dejar ir”
“Dejar ir” es admitir la impotencia, que significa que el resultado no está en mis manos. “Dejar ir” no es tratar de cambiar o culpar a otro, es sacar lo máximo de mi mismo. “Dejar ir” no es cuidar, sino atender. “Dejar ir” no es reparar, sino ser de apoyo. “Dejar ir” no es juzgar,
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«Darse cuenta tres veces»
Los budistas tiene un un método particular al que llaman «darse cuenta tres veces» Si surge un problema, por ejemplo, tristeza, ansiedad, ambición o enojo, tiene que darse cuenta tres veces de que está ahí. Si hay enojo, el discípulo tiene que decir interiormente tres veces: «enojo… enojo… enojo», sólo para darse cuenta por completo, de manera
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Ejercicio para liberar a nuestros hijos de los conflictos entre los padres*
Al honrar a la madre o al padre de nuestros hijos, los liberamos a ellos de nuestros conflictos. Los hijos necesitan integrar en su corazón al padre y a la madre; si alguno de los dos no está presente por el motivo que fuera, el otro que sí lo está, si desea liberar a su
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