Cargo con mi madre y si no hago lo que ella espera de mi, siento culpa…

Mar 27, 2014

Cargo con mi madre y si no hago lo que ella espera de mi, siento culpa…

A la vez, como me molesta la situación, termino discutiendo mal con mi marido…

-Querida Guadalupe, tengo 47 años y estoy casada. Mis hijos ya son grandes; pero tengo a mi madre de 80 años que siento como que se “cuelga de mi”. Ella se la pasa acostada, y espera que vaya yo a su casa y la busque, la lleve algún lado a pasear o la lleve los fines de semana cuando nos vamos con mi marido a nuestra casa quinta. Hace un tiempo me dí cuenta que necesitaba hacer mi propia vida, e irme sola con mi marido, pero también me doy cuenta que siento culpa al no llevarla. Entonces este fin de semana pasado la llevé con nosotros, y no me sentí bien, al final terminé discutiendo con mi marido por algo que no valía la pena. 
En realidad, la verdad es que me molestaba ella y entonces discutí con él. 
Me siento como en una encrucijada y no sé qué hacer. ¿Qué ejercicio podría hacer para liberarme de esto? 
Gracias por todo lo que compartís en tus blog’s, los sigo a todos, y me hacen muy bien. También leí todos tus libros, creo que no me habría dado cuenta de lo que siento si no fuera por todo lo que aprendí gracias a todo esto que leo para aprender.
un beso! Analía.
-Querida Analía, qué bueno que puedas ver todo lo que recorre en tu interior! es el primer paso para poder liberarnos de estas cargas que llevamos, y que, cuando permanecen inconscientes, se transforman en nuestro destino. Reconoce y disfruta este aprendizaje tuyo que no es menor! 
Volvernos adultos implica dejar de ser esas “niñas buenas” que hacen lo que nuestra madre y/o padre esperan. Lo cual implica cierta culpa que habrá que elaborar de manera consciente, sabiendo que la vida es así, que dejamos a nuestra madre y a nuestro padre para irnos con nuestra pareja y formar una nuevo hogar, un espacio al servicio de la vida.
Nuestros padres también hicieron lo mismo, un día se fueron de su casa para formar una nueva familia. Es el proceso de la vida… que va hacia adelante…¡y nos empuja! cuando nos resistimos, perdemos demasiada energía vital… terminamos agotados, cansados… dejarnos guiar por la Vida es el secreto para permanecer más livianos… Claro que para lo cual, será necesario conocer lo que pasa en nuestro interior, y conocer también, los órdenes de la Vida, buscando material al respecto, leyendo, comprendiendo, como tú muy bien lo haces. 
Si bien cuando nuestros padres se vuelven ancianos sabemos que nos necesitan, podemos ayudarlos, sin dejar de ocuparnos de lo esencial de nuestra vida. Todo un arte que habrá que aprender cuando nos toca experimentarlo. 
No obstante, en lo que cuentas de tu vínculo con tu madre, habría como una idea infantil de ser la niña que tu madre espera, y sino te comportas así, sientes culpa. Este aspecto tuyo necesita ser madurado, para evitar transferir ese enojo que te produce, hacia el vínculo con tu marido. El enojo está al servicio de mostrarte, precisamente, que no estás en tu lugar, que esa parte necesita ser madurada. Así somos… algunas partes nuestras están maduras y otras necesitan ser puestas bajo el “fuego” de la mirada consciente y amorosa, pues aún están crudas… 
En tu vida cotidiana, quizá podrías ir probando de buscar otros momentos para compartir con tu madre, que no implique que ello te quite ese espacio a solas con tu esposo, tan necesario para sostener la pareja. Por ejemplo, en vez de llevarla todo un día contigo y tu esposo a la casa quinta como tu dices, la visitas tu en su casa o van juntas a tomar un café. 
Te deseo lo mejor! adelante! que la vida mira hacia adelante!
Puedes realizar este ejercicio
Para liberarnos de las expectativas de nuestra madre hacia nosotros
Visualizas
a tus padres delante de ti. Miras a tu madre con amor adulto y respeto, y si
percibes que ella espera algo de ti que es demasiado, por ejemplo que te hagas
cargo de ella o asumas algo por ella (esto es inconsciente), le miras y le
dices: “No… Yo soy yo y tú eres tú… Yo
por mi y Tu por ti…”.

Luego
miras a tu padre, tomas con firmeza la energía masculina que viene de tu padre,
él te empuja para que vayas hacia la vida, y tú te giras y miras hacia
adelante, hacia la vida. 
Recomiendo esta reflexión: 

http://despertarycrecer.blogspot.com.ar/2013/06/honrar-nuestros-vinculos-primarios.html

Libros que “Iluminan Nuestros Vínculos”:

http://www.san-pablo.com.ar/comprar/advanced_search_result.php?search_in_description=1&keywords=buttera

https://www.morebooks.de/store/es/book/vivir-desde-el-coraz%C3%B3n/isbn/978-3-639-52180-1

María Guadalupe Buttera G.

PorMaría Guadalupe Buttera G.

Nací en Santa Fe, Argentina, el 17 de abril de 1966. Me desempeño como Escritora y Comunicadora sobre Desarrollo Personal y Espiritual, facilitando procesos de transformación interior. Op. en Psicología Social. Counselor.

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Anónimo
Anónimo
8 abril, 2014 4:06 am

Me ha pasado algo similar, pero con consecuencias mayores.Buscar una ayuda de este tipo a tiempo es importante…

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