El síndrome del yaciente. La influencia de lo transgeneracional

El síndrome del yaciente. La influencia de lo transgeneracional

En todo árbol genealógico hay muertes; hay muertes q se aceptan y otras que no. Se acepta q el abuelo muera a los 84 años, pues ha vivido su vida, pero no se acepta, por ej, que muera un bebé, un niño de la familia, o un joven, por enfermedad o x accidente. 

Este es un drama p la familia, ante un drama así, el duelo se dificulta ser elaborado. Especialmente para la madre es muy difícil, lo sentirá toda su vida, en su cuerpo, su mente, su corazón y su alma. En todo su ser, durante años hasta su muerte. 

Una manera de repararlo es traer el difunto a casa. 

¿Cómo? por ejemplo, si es una mujer joven, teniendo un nuevo hijo. 
En psicogenealogía le llaman “hijo de reemplazo”, concebidos en la misma linea genealógica que el fallecido de manera injustificable.
 
Pero si la madre ya no está en edad de tener hijos, entonces, la generación siguiente se encargará de reparar el drama. 
El drama tuvo lugar en una rama superior del árbol genealógico, y una generación posterior intentará reparar ese drama, por ejemplo, intentando traerlo a casa la difunto de otra manera. 
¿Cómo? por ejemplo: buscándome una pareja que tenga las características del difunto/a que estoy encargado de reparar (inconscientemente, claro está)
Incluso se han observado casos de homosexualidad, porque si soy varón y tengo que reparar a un difunto varón de la familia, por ejemplo, ¿cómo voy a traer un masculino a casa? Me vuelvo homosexual para cumplir mi misión en mi familia: reparar el drama por una muerte injustificada. 
 
A la vez, estas personas sienten en su interior que no viven su propia vida, se sienten como “frenados, paralizados”, como “si hubiera dos personas dentro de mi”: por una lado una persona que quiere morir, que está quieta, que no se mueve; y por otro lado una persona que desea vivir. 
 
Es una reparación del árbol, inconsciente, de una muerte injustificable. 
 
Se observan otros síntomas, por ejemplo, hablar demasiado bajo, porque se está en duelo; u otras enfermedades que paralizan, como la esclerosis múltiple, diabetes, de tipo digestivo, etc. Hay síntomas de comportamiento, como por ejemplo vestirme a menudo de negro porque estoy en duelo; no soportar el ruido. 
 
Y la consecuencia de ello es que la persona no vive su propia vida, no se da permiso para vivir feliz, no se permite disfrutar la vida, como si no tuvieran derecho a divertirse, al placer, pues deben ser fieles al drama familiar (del cual la mayoría de veces no se habla en la familia). Viven más tristes que alegres porque no pueden permitirlo, porque le placer no está autorizado. 
Actualmente, al ponerse en evidencia estas cuestiones que han estado escondidas, se producen muchas liberaciones, procesos donde los síntomas se van curando, de a poco.  
 
Es la “historia del yaciente”, el “síndrome del yaciente”, que es casi universal, colectivo, pues en casi todas las familias ha habido un duelo injustificable que provocó un drama. Pertenece a nuestro “inconsciente colectivo”. 
 
Estudiar nuestro árbol genealógico nos ayudará a descubrir estos procesos inconscientes que nos atan al pasado y no nos permiten vivir nuestra vida, con plenitud. 

Síntesis adaptada del video del Dr. Salomon Sellan:
 

 
Ejercicio liberador:
Si percibes o sabes que en tu familia hubo muertes tempranas, puedes hacer el siguiente ejercicio liberador:
Busca un lugar donde puedas estar solo/a, tranquilo/a, te relajas, te conectas con tu interior, respiras conscientemente, e invocas al Espíritu Creador.
Visualiza delante de ti a este ser que murió tempranamente en tu familia, y dile:

-Ahora te veo…tú también perteneces… te doy un lugar en mi corazón…. respeto y honro tu destino…. todo ya ha terminado…. ahora puedes ir hacia la Luz… 

Te quedas ahí, acompañando, el tiempo que sientas necesario, hasta que este ser se va, lentamente, como elevando (como un globo), hacia el reino de los muertos, se va a otra dimensión a descansar en paz. Ha cumplido su ciclo de muerte y ahora existe desde otra dimensión; siguiendo su proceso hacia la Luz que vamos todos.

Si percibes que son más de uno, lo puedes hacer con cada uno de ellos, de la misma manera. 

Luego te giras, lentamente, y miras hacia adelante, hacia la vida, visualizando una luz lejana, la luz de la Vida. Inspiras y esa luz te irradia todo tu interior, expiras y esa luz se expande a tu alrededor. Das un paso hacia adelante, y percibes que siempre fuiste guiado por esta luz de la vida y siempre lo serás. 
Abres tus manos a la Vida, en actitud de servicio a ella. Inspiras profundamente, tomando la energía de la vida y expiras, soltando. Es el fluir de la vida. 
Adelante! te deseo lo mejor!
 
 
María Guadalupe Buttera G.

PorMaría Guadalupe Buttera G.

Nací en Santa Fe, Argentina, el 17 de abril de 1966. Me desempeño como Escritora y Comunicadora sobre Desarrollo Personal y Espiritual, facilitando procesos de transformación interior. Op. en Psicología Social. Counselor.

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