La Consciencia Humana

La Consciencia Humana

Y sus fases de expansión

“El ser humano es el universo que se mira a si mismo y, sorprendido, se da cuenta de que existe”.
Patricia May, antropóloga

¿Qué es el ser humano?
El ser humano es un microcosmos.
Lleva en sí mismo la potencialidad del universo.
Su mente es una parte, en pequeño, de la Gran Mente.
Su alma se conecta con la mente del Todo.
En nuestra tradición Judea Cristiana, estamos creados a “Semejanza de Dios”.

Fases de expansión de la consciencia
El autor Ken Wilber divide en tres fases la evolución de la consciencia.
Cada una de las fases representa una expansión de la anterior.
Y al mismo tiempo, la incluye.

1º Fase. La autoconsciencia egocentrada, el ser humano se ve a si mismo como una entidad separada.
Vive, lucha y sufre por sus deseos particulares.

2º Fase. La consciencia sistémica: centrada en el alma. En esta fase la visión se expande y se siente parte de una gran red. Se coordina el bien particular con el bien de todos.

3º Fase. La consciencia holística: centrada en el espíritu. El ser humano vibra con la energía del cosmos.

La humanidad transita las diferentes fases, compartimos diferentes estados de consciencia.
Con la consciencia individual, propia de cada ser humano, nace la auto expresión, el libre albedrío, la posibilidad de experimentar, de innovar.
Podríamos decir que el humano ha gestado una identidad, un yo con posibilidad de diferenciarse, de distanciarse, de optar los caminos a tomar.
Y como contrapartida, al separarnos, perdimos la contención grupal que está en el origen del ser humano.
Perdimos el paraíso de la sintonía y la calidez de “Ser con el todo”.
Quizá este es el centro de todo dolor y la búsqueda humana.
En síntesis, ganamos auto expresión, pero perdimos la unión con el todo y con nuestro centro, con nuestro Ser esencial.

Continuar el camino de evolución

El egocentrismo ya lo transitamos demasiado, es tiempo de trascenderlo.
Hoy es preciso dejar atrás la idea del yo separado, y avanzar para desarrollar otros aspectos evolutivos.
Crear comunidades donde vivan armónicamente la necesidad humana de integración y amor, y la de auto expresarse y auto centrarse, es nuestro desafío.
Parecería que nuestra travesía por el desierto ya fue experimentada y ahora nos toca ir al encuentro de la tierra prometida.

La humanidad tiende a la evolución

La humanidad tiende a la evolución, cada vez es mayor el número de personas que ha comenzado a abrirse a estados de consciencia más amplios.
La experiencia del alma es una vivencia de amor y unidad, donde percibimos los lazos que nos unen con todo lo creado.
Esta consciencia es inclusiva, sabe que más allá de la ideología, el color de la piel, de la raza, todos somos uno.
Es unidad, integración.
Podemos percibir que estamos ligados a los otros pero que los otros no viven para mí.
Que la vida nos contiene a todos. Nos sentimos parte del todo y necesitamos “servir”, hacer nuestro aporte.
Se trata de encontrarse con el Ser esencial y dejarlo que se exprese en plenitud.
En ese encuentro con el alma, nos encontramos con el Espíritu Puro que contiene a todos.
Vibramos en armonía y en sintonía con ese campo de energía que nos abarca.
Recién en este estado de consciencia es posible vivir lo que nos dijo Jesús: Amar al otro como a uno mismo.
En este estado de consciencia, sabemos para qué vivimos, qué valores nos mueven, cuáles son nuestras prioridades.
Vivimos coherentemente nuestros pensamientos, sentimientos y acciones.
Y esto lo irradiamos a quienes se relacionan con nosotros.
Por ello, la transformación de cada persona, cambia el mundo.

En síntesis, en este estado de consciencia, sabemos que formamos parte de un todo en movimiento, un todo que incluye a todos cobijados bajo su manto.

Navegamos en el amor, porque el amor es nuestra conexión con todo lo que existe.

El reconocimiento de que la convivencia con el otro y los otros es necesaria para “Ser” en el mundo, nos abre una nueva mirada en la co-creación de la nueva tierra, del nuevo camino.

La 3º fase

La 3º fase nos ha sido mostrada por los grandes maestros de la humanidad.
Maestros como Jesús, Moisés, Lao Tsé, Buda, dan testimonio de este nivel de consciencia, y el mensaje es el mismo.
Ellos abren el camino para que nosotros lo transitemos, como un desarrollo de la consciencia humana.
La consciencia holística va más allá de la conexión con todo lo que existe.
Aquí se vivencia que el Todo está en cada parte, y que en cada parte está el Todo.
Alcanzar conscientemente esta unión es la meta de la evolución y añoranza del ser humano. Esto tiene que ver con las palabras de Jesús: “Mi padre y yo somos uno”.

La pérdida de la voluntad personal para encarar la voluntad cósmica es el calvario de Jesús y su muerte en la cruz.
Jesús nos muestra la pauta de la evolución de la humanidad.
Él es luz y guía que trasciende el tiempo y perdura.
A pesar que muy pocos lo escucharon en su momento y la mayoría lo rechazó, la fuerza de su palabra atravesó el tiempo y transformó el mundo.
Es un mensaje universal, más allá del tiempo y el espacio.
Ken Wilber sostiene que este estado de la consciencia se encuentra total y completamente presente, que es compatible con todos y cada uno los estados de consciencia a los que el ser humano tiene acceso, y que el ser humano ya lo tiene.

Personalmente siento que este estado de consciencia fue anclado por Jesús, Él nos dejó este campo de información para que accediéramos y él y nos transformemos. Jesús nos dejó la clave, el ancla del Amor eterno del Creador por Su hijo, nuestro Ser verdadero que es Uno.

“El alma vibra en una esfera no perceptible a nuestros sentidos físicos.
En el campo de la unidad esencial del cosmos, por tanto sabe que somos seres pulsantes unidos a todo.
La conciencia del alma es inclusiva.
Sabe que más allá de toda diferencia, de nivel, de raza, de carácter, de ideología, somos esencialmente Uno.
Sabiduría y amor son caras de una misma moneda.
Al intuir que somos Uno, Amamos”
Patricia May

Síntesis

La consciencia de la humanidad evoluciona, de nivel a nivel.
Y es necesario desarrollar, consolidar e integrar cada uno de ellos.
En nuestro proceso de vida personal, estamos llamados a transitar estas fases mencionadas; desarrollando, consolidando e integrándolas.
Jesús nos dejó la clave y esta consciencia Crística es nuestro desafío.

Para reflexionar

Necesitamos tomar en nuestras manos nuestra propia transformación y evolución, para hacer del mundo un lugar de amor, convivencia, creatividad, realización, donde cada niño que nazca pueda florecer en su máxima expresión.

Claro que esta transformación, metanoia como nos decía Jesús, es posible hacerla de la mano de Él, como nuestro Guía y Maestro interior hacia la Verdad absoluta: el Amor que somos en esencia.

“Todavía no se ha manifestado lo que seremos”. 1 Jn 3, 2

(1) Este temática abordamos en el libro “El Arte de Con-Vivir”, editorial San Pablo, 2010.

 

Con amor, comparto el libro “Elijo la Paz”, disponible gratuitamente en formato PDF, en el sig. link:

https://despertarycrecer.com/libro-elijo-la-paz/

Y si prefieres escuchar audios, los encuentras en este link: 

https://despertarycrecer.com/audio-libro-elijo-la-paz-9/

María Guadalupe Buttera G.

PorMaría Guadalupe Buttera G.

Nací en Santa Fe, Argentina, el 17 de abril de 1966. Me desempeño como Escritora y Comunicadora sobre Desarrollo Personal y Espiritual, facilitando procesos de transformación interior. Op. en Psicología Social. Counselor.

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María Guadalupe Buttera
1 julio, 2010 5:46 pm

ok, gracias, cariños Tammy!

Tamara
1 julio, 2010 5:27 pm

Hola Preciosa!! MARAVILLOSO este artículo. Con tu permiso, lo compartiré en Conciencia Cuántica y enlazaré este blog también… pues es otra joya que merece ser compartida.

Tammy

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