Mi Mamá me…

Oct 15, 2015

Mi Mamá me…

Cuidado, las que somos madres, con el abuso emocional… Nuestros hijos necesitan nuestra bendición para poder hacer su propio camino… Si nosotras no los soltamos, ellos no se van… o se van y luego suelen regresar… ¡y así no son felices!

Cuando una mujer padece hambre emocional, y la pareja ya no está dispuesta a responder a sus demandas afectivas insaciables, al devenir en madre, el hijo será el bocado perfecto…
Para un niño, no hay nada más importante que su madre… si percibe que ella necesita que la mire, le dé la razón, la cuide, la proteja y la haga sentir orgullosa, ese hijo, por supuesto, lo hará… pero ¿podrá mirar hacia adelante?, ¿hacia la vida?
Si cuando nos convertimos en madres, aún no hemos sanado nuestra niña interior herida, nuestro hijo ─que debería llegar al mundo para ser amparado por nosotras, sus madres─ se verá obligado a preservar nuestros aspectos más infantiles…
Una madre que no tomó a su propia madre se siente huérfana; podría contemplar a uno de sus hijos como si fuera esa madre que le falta (claro está que estos son procesos inconscientes). Al hacer de madre de su madre, el hijo pasa a ocupar el lugar que le corresponde a su abuela.
Registrar la dimensión de nuestra hambre emocional y saber si estamos devorando a un otro…
Para reflexionar
El padre Mamerto Menapace, en El aeropuerto, explica que los aviones, mientras están en proceso de creación deben ser protegidos en los hangares preparándose para una misión: volar; el aeropuerto tiene pistas porque los aviones fueron creados para volar y, si no cuentan con suficiente pista, nunca lo lograrán; el aeropuerto es también importante, ya que es el lugar de aterrizaje y el punto de referencia para llegar a destino, y los hangares, el lugar donde regresan a mantenimiento, a reparación, para luego seguir volando.
… los avioncitos no fueron creados para quedarse en el hangar, su misión es desprenderse de la tierra y ganar altura…
Trabajo Personal
-¿Qué hacemos si somos nosotros los hijos de estas madres huérfanas?
Nuestro trabajo como hijos es tomar a nuestra madre exactamente tal como es. Su asunto con la abuela no nos incumbe.
Visualiza a tu madre y dile:
“Mamá, gracias por la vida que me has dado. Gracias por ser mi madre. Yo solo soy tu hija y ahora te tomo como mi madre, tal y como eres”.
Luego visualiza a tu abuela y le dices:
“Querida abuela, dejo de hacer de ti, te devuelvo tu lugar, yo solo soy tu nieta. Tú y mamá son las grandes, yo soy la pequeña”.
-¿Qué hacemos si somos estas madres huérfanas?
Para darle fuerza a tu hijo, puedes hacer la siguiente visualización:
Lo ves a él y su destino.
Solo miras su destino.
Inclinas la cabeza ante su destino.
Pronuncias las frases siguientes:
“Sí, asiento a su destino como es.
Gracias por su destino como es”.
Miras más allá, a lo lejos, a la Luz de la Vida… te sientes impregnada por esta Luz… Todo tu cuerpo recibe esa Luz…… y comienza a irradiarla….. le dices a la Luz de la Vida:
GRACIAS… POR FAVOR… SÍ…
María Guadalupe Buttera G.

PorMaría Guadalupe Buttera G.

Nací en Santa Fe, Argentina, el 17 de abril de 1966. Me desempeño como Escritora y Comunicadora sobre Desarrollo Personal y Espiritual, facilitando procesos de transformación interior. Op. en Psicología Social. Counselor.

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