Restablecer la estructura verdadera del mundo, V. Konev
Conferencia por la Salvación Global 27/10/2025 por V. Konev
Muy buenas tardes a todos. Hoy vamos a hacer una gestión conjunta de nuevo por una macrogestión. De hecho, aunque hagamos macrogestión, tenemos naturalmente que elegir un objetivo concreto para saber hacia dónde vamos.
O sea, puede ser, por ejemplo, la salvación de todos o la prevención de una catástrofe global. Pero puede haber también otros objetivos que son muy cercanos a lo que es el macro nivel, o sea, el concepto del macro nivel y la propia tarea del macro nivel. O sea, que podemos trabajar en el macro nivel, no exactamente en lo que sería la salvación de todos, pero una cosa bastante parecida, cercana a esto.
Vamos a imaginar ya de qué objetivo estamos hablando. Pues lo más cercano a la salvación de todos, aunque lo denominemos con otra expresión, pero es algo muy, muy cercano. Podemos imaginar que se va a tratar de la resurrección.
Es que cuando nosotros hablamos de la resurrección de una persona concreta, pues esto es algo muy cercano a la idea de restablecer, digamos, el orden o la imagen original del mundo tal y como Dios lo creó. Y aquí se puede entender también el nivel inverso o el sentido inverso de lo que acabo de decir. O sea, si por ejemplo no nos referimos a la resurrección de una persona concreta, sino a la resurrección como acción que no solamente puede realizarse, sino que se realiza efectivamente.
O sea, que prácticamente se trata de la posibilidad de resurrección para una persona, para que reciba el conocimiento necesario para ir, digamos, hacia la resurrección. O sea, que esto puede referirse a cualquier persona o a todo el mundo a la vez. Y estamos hablando de la posibilidad de ir hacia lo que es la resurrección universal.
Y para que la resurrección no sea solamente posible, sino realizable de forma sistémica, esto se hace a través de una gestión como una macro tarea, digamos. O sea, es como una tarea para el mundo.
Y para comprender esta tecnología, hace falta entender que el propio proceso de resurrección que se realiza con respecto a cualquier persona concreta, o sea, puede tratarse de una gran cantidad de gente o de todo el mundo. Pues esto es como la precisión de la posición del mundo. Voy a decir una frase para que se nos quede.
La propia resurrección es la manifestación de la precisión, de la exactitud, de la posición del mundo. O sea, esta es la frase que hay que comprender aquí y ver, pues, a partir de esa posición de la que estamos hablando.
O sea, que estamos viendo aquí la resurrección como un fenómeno, como un proceso dependiente del mundo y no de una persona específica que quiere resucitar a otra persona concreta. Y si nosotros observamos el mundo, el mundo que también es un sistema independiente, y aquí se da esa exactitud, esa precisión de la acción, pues puede ser que de momento esto sea algo novedoso para algunas personas, pero el mundo tiene su propia posición y esa posición tiene que ser precisa y acorde con la posición de Dios. O sea, que no vamos a ver, a lo mejor, las desviaciones de la posición exacta que desarrolla el mundo.
O sea, que ahora todos aquellos que participamos en esta clase, pues tenemos que pensar en que lo que estamos haciendo es observando esa posición del mundo, esa posición exacta que tiene que corresponder exactamente a la posición de Dios. O sea, nosotros tenemos que hacer visible que si ocurre algo incorrecto en el mundo, pues eso no es la posición del mundo, es la posición, digamos, por ejemplo, de un determinado grupo de personas que actúan de esa manera. Y si sabemos que el mundo es infinito y está a nuestro alrededor y nosotros estamos dentro del mundo, pues hace falta saber si esa posición tiene que ser, vamos a decir, todavía más exacta, más precisa.
O sea, sobre esto habría que hacer como un análisis para poder comprenderlo. Cuando se habla, por ejemplo, de agencias que realizan análisis de la esfera inmobiliaria o de los mercados del mundo de la finanza, etcétera, pues siempre ellos apuntan si la situación dada va hacia una mayor exactitud. O sea, que aquí, de todas maneras, vamos a usar esa definición como la manifestación de la precisión del mundo.
Y aunque no conozcamos todos los detalles, podemos darnos una idea a través de esa manifestación y la manifestación en sí es la resurrección misma. O sea, si observamos la resurrección es como la manifestación de la exactitud, la precisión del mundo. Y mientras más precisa, más exacta sea esa posición del mundo, más fácilmente o más rápidamente van a tener lugar los procesos de resurrección con anterioridad, digamos, a lo que es la resurrección universal.
O sea, que aquí estamos viendo que la resurrección es la manifestación de la precisión del mundo. Y cuando nosotros comprendemos esto, podemos luego observarlo con mayor detalle. O sea, esto se hace a la velocidad normal del funcionamiento del mundo.
Y esto demuestra que esa velocidad es la correcta, que se corresponde con la velocidad que se registra en el amor, en la vida eterna y la acción de Dios mismo. Y si estamos viendo los lazos del mundo que están equilibrados y hay algún tipo de falta, de ausencia, vemos aquel mundo que Dios creó para la vida eterna.
Y pues aquí hay un matiz. Ese es un mundo donde el hombre vive en su cuerpo de la vida eterna. Y pues aquellas personas que todavía no han resucitado, pues también volverán al mundo para no solamente participar en los procesos, digamos, en el plano informativo, en el espacio informativo.
Y cómo podemos entonces interactuar con el mundo entero, donde esa precisión del mundo es observable a través de esta manifestación que mencionamos. Aquí nos puede ayudar el conocimiento que tenemos sobre nuestra propia conciencia. O sea, sabemos que la conciencia humana es infinita. O sea, se expande a toda la realidad del mundo y prácticamente de esa manera conecta y atraviesa con todos los elementos de la realidad. Y si esto es así, o sea, que la conciencia interactúa con aquello que está en el mundo, pues obviamente interactúa con el mundo en sí también. Y tenemos que ver cómo se hace esto.
Y entonces nuestra conciencia debe ser conectada desde la posición de Dios mismo. O sea, esa área donde está el amor, donde se realiza el desarrollo eterno. O sea, nuestra conciencia realmente tiene que conectarse con la conciencia de Dios y tiene que haber como unidad.
O sea, no hay dos posiciones diferentes. Entonces, cuando nosotros nos conectamos a esa posición de Dios, entonces la propia estructura de la gestión va a ser la del mundo. Y en resumen, vamos a tener de esa manera plenamente a los resucitados, porque el mundo ha restablecido su estructura verdadera.
O sea, que nosotros al final damos a los resucitados la posibilidad de volver a la vida física. Y para eso, obviamente, nosotros tenemos que distinguir, tenemos que identificar la acción de Dios con respecto a nosotros y en general con respecto al mundo. Y aquí puede haber algunos aspectos tecnológicos también.
Por ejemplo, cómo observar la acción tecnológica de Dios. Y esto va a ser muy importante porque vamos a ver un desarrollo que ya puede tener su conexión con la acción de Dios. Entonces, para no alargar esta introducción durante el trabajo mismo, voy a ir explicando estos aspectos tecnológicos.
Pero de todas maneras, hay que recordar que nuestro objetivo es trabajar en la resurrección, asegurar esa posibilidad para todos. Y pues vamos a plantearnos la tarea de restablecer la estructura verdadera del mundo.
Vamos entonces a observar nuestro cuerpo. Vamos a percibir el cuerpo de un solo impulso y guardar, mantener esa percepción. Y si nos viene alguna idea, pues vamos a centrarnos y vamos a realizar la tarea, que nuestra única tarea ahora es observar el cuerpo. Es una tarea sencilla.
Vamos a seguir con atención a nuestra respiración también a nivel sensorial. O sea, cuando nosotros observamos algún movimiento, nuestra percepción se vuelve dinámica y somos capaces de observar incluso fenómenos que antes no veíamos como manifiestos. Y pues nos organizamos para poder actuar con precisión, con exactitud en este trabajo.
Vamos a observar las corrientes energéticas con la profundidad suficiente. O sea, podemos profundizar infinitamente, pero siempre se nos puede quedar la sensación de que algo no es satisfactorio, que no se ha llegado donde se quiso llegar. Pues vamos a contentarnos con aquello que se alcanza.
Vamos a tocar desde fuera el área donde se acumulan nuestras emociones. Y pues con ese toque estamos como armonizando, como normalizando la manifestación de todas estas emociones en nosotros.
Vamos a entrar con nuestra percepción en el espacio de nuestros pensamientos y vamos a estar presentes en cada área, en cada punto de ese espacio infinito de forma estable.
Vamos a observar nuevamente nuestro cuerpo y a confirmar que estamos plenamente conscientes. Y partiendo desde el amor hacia todo lo vivo, donde entendemos que cada ser vivo tiene que tener la posibilidad de disponer de un cuerpo. Y para ayudar a todas las personas y especialmente a todas aquellas que van a ir hacia la resurrección, vamos a decir que nosotros vamos a llevar el mundo a una posición que se corresponde con la posición de Dios.
Y nuestra mirada tiene que percibir esa posición de Dios y mirar, digamos, desde esa misma posición para que podamos mantener esa posición que no sea parte de nosotros y que tampoco se someta a ninguna eventual manipulación. Y nosotros podemos hacer esto cuando nosotros contactamos con Dios que actúa al mismo tiempo y nos enseña. Y esto se da cuando nosotros miramos a Dios como alguien que siempre va por delante, siempre nos indica el camino que tenemos que seguir.
Y si esto es nuestra realidad personal, o sea, si esto es así en nuestro caso concreto, podemos también observar el caso inverso, la situación inversa, cuando Dios va detrás de nosotros siguiendo nuestras huellas. O sea, que actuamos como iniciadores de alguna acción y pensamos y realizamos un proyecto de carácter creador y podemos sentir que Dios nos ayuda, nos apoya, atrayendo, por ejemplo, más personas a ese proyecto o dando cualquier otro apoyo con lo cual podemos sentir que Él sigue el camino que nosotros hemos emprendido aquí. Y no solamente Dios nos sigue, sino también la estructura de la gestión y diversas otras estructuras que se incorporan en la acción que nosotros hemos iniciado.
Y en ese nivel inverso, cuando nosotros observamos esta interacción entre Dios y nosotros, y si Dios sigue nuestros pasos, entonces podemos percibirnos de alguna manera como en el centro de la acción. Y de esa manera será bastante fácil para nosotros ver la acción óptica de Dios en torno a nosotros. O sea, con otras palabras, podremos ver la acción de Dios en el sistema de la información.
O sea, ver la acción de Dios y distinguirla, identificarla desde la posición propia del ser humano. Y pues en ese caso nosotros distinguimos claramente lo que es la acción nuestra y lo que es la acción de Dios. Vamos a hacer así.
Mira dónde iniciastes algo y dónde Dios se incorporó en la tarea con nosotros. O sea, percibiendo a Dios en la óptica, en el espacio, vamos a ver aquellos momentos cuando a lo mejor no actuábamos con la mayor precisión posible. O sea, que ahí donde podemos percibir perfectamente que Dios está actuando a partir de la posición de la igualdad de todos los elementos que están delante de Él, o sea, en el mundo.
Y pues incluso cuando percibimos esa visión de igualdad, podemos sentir su amor y podemos percibirlo a Él, digamos, en nuestras sensaciones. Y aquí no hay ni un solo elemento de Dios que no haya existido en el mundo, donde Dios siempre actúa para el bien de todos los que están aquí. O sea, Dios no es solamente el Creador, aquí está la parte, digamos, sentida o emocional. Él es el que da vida a todo y a todos. Y cada una de sus acciones son eternas y no pueden ser excluidas de este mundo. Y vamos a ver si nos surge la sensación de que lo que Dios hace es correcto.
Y si nosotros decimos específicamente que esta acción de Dios es correcta o que todas las acciones de Dios son correctas. Esto es aquella situación cuando nuestra conciencia empieza a conectar con la posición de Dios. O sea, actuando dentro de sí misma.
O sea, digamos, valorando la acción de Dios o profundizando en esta comprensión. Podemos comprender que estamos actuando así y con respecto al mundo entero. Y aquí ya está la comprensión de que cada acción es universal realmente.
O sea, aquí no solamente se trata de la igualdad de todas sus acciones, sino del hecho de que todo lo que hace como que se esparce, se distribuye al mundo entero. Y también esto es así con respecto al futuro infinito en el cual Dios obviamente seguirá existiendo. O sea, Dios cuando actúa con respecto a todo lo demás, actúa con la misma precisión con respecto a sí mismo también.
O sea, que podemos percibir la proyección óptica de la participación de la presencia de Dios en cualquier proyecto. Por ejemplo, en nuestro proyecto o en toda nuestra vida en general. O sea, que nosotros aquí estamos, observando, conociendo, distinguiendo la acción divina.
Y al realizar esta tarea también podemos plantearnos la tarea del desarrollo eterno y ese nivel de contacto de nuestra conciencia con el mundo entero a la vez. Esto es aquel nivel donde Dios nos creó de tal manera que ya desde el principio incluyó esa posibilidad, o sea, la tecnología de la eternidad. Y de esa manera nosotros como que entramos en esta acción con más profundidad y le dirigimos también una mirada como más profunda.
Y esto también es aquel caso concreto cuando Dios viene detrás de nosotros siguiendo nuestra huella en este momento concreto. Y no solamente Dios, sino toda la estructura de su gestión. Y de esa manera nosotros somos capaces de identificar y de percibir esta óptica a nuestro alrededor.
Vamos a trabajar en esto de forma autónoma durante dos minutos más. O sea, que nosotros vemos esto como una de las condiciones para la resurrección, o sea, para el retorno en cuerpos físicos de los que se han ido. Y entonces esa posición no es por un tiempo, sino es para siempre y puede seguir creciendo y reforzándose.
Y de esa forma, Dios, viendo la acción de Dios, pues, damos a las personas cercanas la posibilidad de volver al mundo. Podríamos ver esto como una forma de paciencia, pero desde la posición de Dios esto se percibe y se esparce, se preserva en el futuro infinito. Y nosotros aquí estamos constantemente pues trabajando con el mundo infinito todo el tiempo.
Y con esto vamos a terminar esta práctica y pues todo el trabajo del día de hoy. Muchas gracias a todos por el trabajo, por la participación y a todos los que vuelven a nosotros. Feliz vida eterna y desarrollo eterno realizado para todos.
Y el material que sirvió de base para lo que hemos trabajado aquí es La autoorganización de Dios. El material fue presentado el 4 de noviembre de 2004, por si desean conocer el texto original. Y esta parte que hemos trabajado está como en la página 3, 4, por ahí más o menos.
Una vez más, gracias.