Ampliar nuestra miradas e ir más allá de la dualidad
Basta escuchar una conversación sobre política para darnos cuenta que si nos quedamos mirando desde una perspectiva personal, que niega la totalidad que somos, no hallaremos respuestas. Lo que para uno es bueno, para el otro es malo. Y asi, cada argumento parece indiscutible. Posicionados de cada lado de la polaridad, no hay encuentro.
Este es un tiempo que nos impulsa a ampliar nuestra miradas, e ir más allá de la dualidad. Como dice ese refrán popular “si te quedas mirando el árbol, te quedas sin ver el bosque“.
Como nos miramos a nosotros mismos, miramos a otros. Si solo reconozco una parte en mi, otra quedará oculta y será la sombra que necesito mirar, integrar. Si me creo que soy esto que pienso y creo, si he puesto mi “identidad” en esta idea que defiendo como sea, me limito a mi mismo/a. No soy lo que creo que soy, ¡soy mucho más!
Animarnos a ir hacia nuestro interior, con una mirada serena y amorosa que nos permita ver la Luz en medio de la oscuridad, es el desafío evolutivo para todos.
No hay victimas ni victimarios, lo que hay es diferentes formas de la misma mente (contenido) que compartimos todos. Esa mente que compartimos todos es un campo de información que por un lado tiene la información errónea del sistema del ego que se cree separado del Creador y de los otros, desde donde fabricamos un mundo demente; y por otro lado está el recuerdo de la Verdad de lo que somos: un solo ser unido a la Fuente, al Origen, al Creador.
“Nuestra Tierra es sólo una proyección de la consciencia colectiva sobre uno de sus parámetros”. Grigori Grabovoi
Para meditar
¿Para qué nos posicionaremos en bandos diferentes?
¿Unos son los buenos y otros los malos?, ¿unos son las victimas y otros los victimarios?.
Anclarse en la polaridad no brinda respuesta ni aprendizaje.
Elevar la mirada nos permite tomar consciencia de la totalidad que somos.
¿Qué he pensado que el Creador no hubiera pensado?
Y lo llevamos a la Luz donde se disipa toda oscuridad.