El bien que hacemos se expande y se irradia
por Leonardo Boff
No podemos confiar nuestro destino a representantes políticos que, en realidad, no representan a sus pueblos sino a los capitales con sus intereses presentes en sus pueblos.
Necesitamos nosotros mismos asumir una tarea salvadora.
Cada uno en su lugar, cada comunidad, cada entidad, en fin, todos debemos comenzar a hacer algo para dar un rumbo diferente a nuestra presencia en este planeta.
Si no podemos cambiar el mundo, sí podemos cambiar este pedazo de mundo que somos cada uno de nosotros.
Sabemos gracias a la nueva biología y por la física de las energías que el bien que hacemos no queda reducido a nuestro espacio personal.
Ese bien resuena lejos, se irradia y entra en las redes de energía que vinculan a todos con todos, reforzando el sentido profundo de la vida.
De ahí pueden ocurrir surgimientos sorprendentes que apunten hacia un nuevo modo de vivir sobre el planeta y nuevas relaciones personales y sociales más inclusivas, solidarias y compasivas.
Efectivamente, se nota por todos lados que la humanidad no está inmóvil ni endurecida por las perplejidades.
Miles de movimientos están buscando formas nuevas de producción y alternativas que respondan a los desafíos.
Para meditar:
“Nosotros estamos aquí solamente para traer paz a nuestra propia vida, y si traemos paz a nuestra propia vida, todo a nuestro alrededor encuentra su propio lugar, su propio ritmo y paz”. Morrnah Simeona