… Por lo tanto, la religión es la ciencia de la realidad.

Así que, en primer lugar, quiero hablar sobre las distorsiones de la realidad, los conceptos erróneos de la realidad que están relacionados con la religión.

Mi religión no tiene una relación pasiva con la vida, ni mucho menos se relaciona con el falso concepto de que, durante la vida terrenal, solo se debe preparar para la desconocida “vida real”.

Conceptos como este no tienen nada en común con lo que Jesucristo habló, con lo que él enseñó.

Cristo habló por alegorías, y no todos han entendido el verdadero significado de sus palabras.

Invitó a rechazar no esta vida, no la vida aquí, sino la vida en el estado de conciencia común, porque una vida llevada a cabo en este estado aún no puede llamarse “vida” en su auténtico sentido divino.

Cristo instó a despertar de este estado, que comparado con el sueño, y a entrar en el Reino de Dios, el Reino de los Cielos, en la Eternidad.

Es absolutamente evidente que Jesucristo, mediante su resurrección, instó a la vida eterna en el cuerpo físico.

Por el término Reino de Dios Cristo significaba los estados más altos de conciencia (“El Reino de Dios está dentro de ti”).

Instando a rechazar todo por el bien de llegar al Reino de Dios, Cristo, así invitó al hombre a llegar a estados de conciencia más altos.

En consecuencia, instó al desarrollo del hombre, a la realización de su esencia Divina, que le habría dado al hombre la oportunidad de comenzar finalmente a vivir de una manera auténtica, de vivir en este mundo y en este cuerpo físico, de vivir aquí y ahora.

Además, en armonía con el auténtico significado de la vida, la exhortación a vivir aquí y ahora indica una gestión consciente de los acontecimientos de cualquier momento.

Grigori Grabovoi: La resurrección de los hombres y la vida eterna son ahora nuestra realidad