Después de varios años de estar en pareja me separé, me da tristeza pero ya no podía seguir así…he leído tu libro Caminar en Pareja y escuché varios vídeos, y me puedo ver que éramos dos niños heridos…nos unimos desde las carencias…ya no había un intercambio sano en la pareja, ese dar y tomar no lo sentía ya hace bastante tiempo…tampoco había aprecio entre nosotros…creo que huyendo de mí misma busqué llenar el vacío y mi soledad…

Muchas parejas se unen desde las carencias emocionales, intentando resolver la tan temida “soledad”, o por cumplir normas sociales. Al tiempo, cuando uno de los dos se libera, sana, crece, se separan; pues el propósito de esa pareja ya está cumplido.
Duele, si, duele, pero cuando elegimos vivir desde la coherencia interna, no podemos seguir negando el paso que nuestro interior siente dar hacia adelante. Es la vida, que impulsa a continuar el camino. A veces, se crece juntos, otras separados. El amor es muy diferente al apego, el amor es un estado del Ser, donde vamos recordando nuestra esencia. Y este recuerdo de sí lo vamos haciendo en un proceso, y nuestros vínculos más próximos son nuestros espejos más transparentes para re conocernos a nosotros mismos.

Personalmente, a través del vínculo de pareja, me he descubierto a mi misma en muchas cuestiones que desconocía de mi. Es una gran oportunidad para conocerse uno mismo; claro que cada cual sabe si es posible con esta pareja o hay que dar un paso y continuar. Creo que la clave es ver, honestamente, si este vínculo es nutritivo para mi, o no lo es. Y, qué sería nutritivo para mi? que a través de este vínculo pueda crecer, conocerme, expandir mi conSciencia. Observo que a través de los conflictos que surgen, ahí está la oportunidad de crecer en consciencia. Pues ahí me veo a mi misma, qué siento, qué pensamientos me recorren, que hay detrás de lo que me molesta. Y veo al otro también. Desde esta perspectiva, es un aporte a nuestro crecimiento mutuo sostener un vínculo de pareja.