Me siento liberada pero con cierta culpa y tristeza…

Feb 24, 2015

Me siento liberada pero con cierta culpa y tristeza…

-Hola Guadalupe, gracias por todo lo que compartís, me hace muy bien. Estos días hice el ejercicio “Re conectar con la VIDA a través de re conectar con nuestro origen: la unión de nuestra MADRE y nuestro PADRE”  y me siento liberada pero con cierta culpa y tristeza. Pude expresar mucho de lo que tenía en mi interior, sentimientos reprimidos por “ser una buena hija”, “una niña complaciente”, pero que ya no soportaba seguir reprimiendo. Al final pude agradecer, honrar, dejar a mis padres detrás de mi y mirar hacia adelante, hacia la vida. Me siento como un poco “rara”. Siento que ya era hora de dejar de depender de la aprobación de mis padres hacia mi, o de forzarme a pensar como ellos cuando siento que no es así; pues ya tengo 35 años, soy independiente económicamente y me he ido a vivir sola hace años. Noemi

-Hola Noemi! si, cuando nos volvemos “adultos”, no solo ya no dependemos económicamente de nuestros padres, sino que vamos dejando atrás, además, las expectativas de ellos hacia nosotros y de nosotros hacia ellos, valores, visión de la vida, creencias, formas de vivir, etc. Pero este volverse adulto e independizarse de nuestra familia de origen, nos hace sentir esa cierta “culpa” como tu dices, pues ya no se es ese hijo que sus padres esperan, sino que uno se comienza a permitir “ser el/la que soy verdaderamente”, lo cual nos hace sentir, como dices, más liberación interior. Esa culpabilidad es un indicador que nos estamos volviendo “adultos”. Lo que ayuda mucho a este proceso de crecimiento es agradecer todo lo que nos dieron nuestros padres; y agradecer también, la fuerza para permitirse ser diferentes, y dejar de imitarles como niños.
Darse el permiso para “ser” es nuestra responsabilidad personal e intransferible. A la vez, honrar nuestros orígenes, pues gracias a ellos llegamos a este mundo.
Los padres, por su parte, sienten el dolor por la separación de los hijos que se vuelven adultos y se van; y a la vez, también, un cierto orgullo de que estos hijos sean capaces de crear su propio mundo, su propia familia; sirviendo de esta manera, a la Vida misma.
¡A permitirse vivir y ser la que soy! Saludos cordiales!

Encuentras más ejercicios liberadores en la página:
https://despertarycrecer.com/ejercicios/

María Guadalupe Buttera G.

PorMaría Guadalupe Buttera G.

Nací en Santa Fe, Argentina, el 17 de abril de 1966. Me desempeño como Escritora y Comunicadora sobre Desarrollo Personal y Espiritual, facilitando procesos de transformación interior. Op. en Psicología Social. Counselor.

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