Nuestros hijos…
CUANDO PENSABAS QUE NO TE VEÍA…
Cuando pensabas que no te veía, te ví pegar mi primer dibujo en la heladera, e inmediatamente quise pintar otro…
Cuando pensabas que no te veía, te vi arreglar nuestra casa para que fuese agradable vivir, pendiente de detalles, y entendí que las pequeñas cosas son las cosas especiales de la vida…
Cuando pensabas que no te veía, te escuché pedirle a Dios y supe que existía un Dios al que le podría yo hablarle y en quien confiar…
Cuando pensabas que no te veía, te vi ocuparte por tus amigos y aprendí que todos debemos ayudarnos y cuidarnos unos a otros…
Cuando pensabas que no te veía, te vi dar tu tiempo y dinero para ayudar a otras personas y aprendí que aquellos que tienen más deben compartirlo con quienes tienen menos…
Cuando pensabas que no te veía, te sentí darme un beso por la noche y me sentí amado y seguro…
Cuando pensabas que no te veía, te vi ocuparte de la casa y de los que vivimos en ella y aprendí a cuidar lo que se nos da…
Cuando pensabas que no te veía, vi como cumplías con tus responsabilidades, y aprendí que debo ser responsable cuando crezca…
Cuando pensabas que no te veía, ví lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, y que está bien llorar…
Cuando pensabas que no te veía, ví que te importaba y quise ser todo lo que puedo llegar a ser…
Cuando pensabas que no te veía, aprendí casi todas las lecciones de la vida que necesito saber para servir a la vida cuando crezca…
Cuando pensabas que no te veía, te ví y quise decir: ¡Gracias por todas las cosas que ví, cuando pensabas que no te veía!
Compartido por Laura Dellacqua.
Es muy bello, tan simple como hondo.
A veces nos complicamos tanto con la intelectualización de la crianza, y ellos están ahí aprendiendo de todo lo que nos sale hacer por la vida en el día a día y no tomamos en cuenta que eso es lo que más educa.
Un beso grande!